España asumió este mes de octubre la Presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU, del que es miembro no permanente desde el 1 de enero de 2015 tras una década de ausencia. Durante el mes que durará su gestión en el máximo órgano de decisión de las Naciones Unidas, promoverá en Nueva York tres debates abiertos los días 13, 20 y 22 de este mes.
El primer debate se desarrollará en torno a la defensa de las mujeres víctimas de violencia deliberada en países en conflictos bélicos, que dirigirá el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. El segundo será de carácter técnico y abordará temas relacionados con los derechos humanos; y en el tercero, presidido por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se hablará de la situación actual en Oriente Medio.
Con el apoyo de Estados Unidos, el 21 de octubre España oficiará una reunión formal para escuchar a las víctimas del terrorismo del Estado Islámico, Boko Haram y Al Qaeda, a la que también asistirán víctimas del terrorismo de ETA. La Asociaciones de Víctimas españolas ya recibió la invitación para expresarse ante la ONU. A la sesión, que concluirá sin resolución, se prevé la asistencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. El día 23, finalmente, se festejará el 70 aniversario de la Carta de las Naciones Unidas, considerada el documento fundacional del organismo.
Reivindica la soberanía
Apenas responsabilizarse España del Consejo de Seguridad, en voz de su ministro de Exteriores, reivindicó la soberanía nacional en una sesión ante los miembros de la ONU.
García-Margallo subrayó frente a la Asamblea que el respeto e integridad territorial de los Estados son “pilares” de la organización que no pueden ser ignorados por quienes se creen “por encima de la ley”. Insistió en que son esenciales para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. A renglón seguido, advirtió que el Estado se derrumbaría si el respeto y la integridad territorial son “debilitados”.
Fue la única declaración referente a Cataluña. Además, hizo hincapié en la amenaza del terrorismo y repasó el panorama internacional, que incluyó un llamamiento a Reino Unido para dialogar bilateralmente sobre Gibraltar.
Un asiento en el Consejo
España volvió a ser miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU después de una larga, intensa y difícil campaña que finalizó el 16 de octubre del año pasado cuando se impuso a Turquía en una tercera votación, con 132 sufragios de los 193 países presentes en la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
A principios de 2005, el entonces presidente Jose Luis Rodríguez Zapatero presentó la candidatura de España, asumida posteriormente por Mariano Rajoy. El jefe de la diplomacia española viajó para conseguir el apoyo de numerosos países africanos, asiáticos y del Pacífico Sur, en una gira que le llevó en septiembre hasta a Australia y a Samoa, una pequeña isla ubicada entre Nueva Zelanda y Hawai.
España ingresó en la Organización de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1955 y fue miembro no permanente del Consejo de Seguridad en los bienios 1969-1970, 1981-1982, 1993-1994 y 2003-2004.
El Consejo de Seguridad de la ONU está integrado por cinco miembros permanentes: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia, que tienen derecho a voto y capacidad de veto. Lo complementan diez miembros no permanentes, elegidos por periodos de dos años, que adquieren derecho a voto pero nula capacidad de veto.
España asumió en enero una silla junto a las naciones electas de Angola, Malasia, Venezuela y Nueva Zelanda, quienes han de sumar esfuerzos en 2015 con Chile, Chad, Jordania, Lituania y Nigeria, miembros no permanentes del Consejo que continuarán su mandato en este curso.
Daniel Chanona, alumno en Grado en Periodismo