Un diálogo distendido y abierto a preguntas del público en la sala y a través de redes sociales. Ésta ha sido la puesta en escena que ha acogido la intervención de uno de los nombres más fuertes en la industria tecnológica: Stephen Wozniak. Cofundador de Apple junto a Steve Jobs en 1976, habló de su experiencia profesional y del bagaje acumulado durante toda una vida dedicada a la innovación, a la tecnología y a buscar soluciones creativas para que el progreso llegase a manos de todos.
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“Durante toda mi juventud era imposible que una persona pudiese tener su propio ordenador. Costaba más que una casa. Así, con un papel y un boli, empecé a modelar los primeros proyectos”. Los incipientes pasos de Wozniak se centraron en rediseñar ordenadores que estaban haciendo ya otras empresas. Su objetivo era claro: quería tener su propio ordenador. Así, cuando sus habilidades en el campo del diseño aumentaron y llegó a la universidad, pudo comenzar a desarrollar sus primeros dispositivos reales.
En el año 75 diseñó su primer microprocesador, divido en partes que se transformaron en un ordenador que la gente se podía pagar. “Construí un ordenador porque quería uno para mí. Además, las personas de mi entorno veían muchos usos sociales del ordenador”. En esa década fue cuando conoció a Steve Jobs, aunque entonces “no era como el Jobs que conocisteis después”, afirmó. “Nunca diseñamos nuevos productos en el garaje. No diseñamos nada, ni negocios. Es una historia inventada. Steve Jobs creó su parte del negocio en su habitación. El garaje éramos nosotros, teníamos que utilizar lo que fuese posible para poder hacer dinero”.
A pesar de las dificultades que se encontraron en el camino, pronto llegó el Apple II, con un innovador diseño que incluía imágenes en color. Aunque al principio no contaban con el dinero, ni tenían la experiencia necesaria en el mundo de los negocios, contaron con un fuerte apoyo externo para poder llevar adelante su proyecto. “Nuestra historia es mucho más compleja que dos chicos trabajando en un garaje”.
“Si se quiere tener éxito en la vida hay que intentar llevar nuestras ideas lo más allá posible, por el mínimo dinero posible. Y presentárselas a la gente que tome las decisiones”, continuó Wozniak haciendo referencia a la importancia de mantener un espíritu emprendedor y de contactar a las personas correctas. Para él, “los genios revolucionarios son los que construyen algo, solucionando el problema por un precio razonable. Es lo que llamo ‘creatividad exitosa’”. “Las personas jóvenes que lanzan empresas, me encantan. Los trato como si fueran mis propios hijos. ¡Yo tenía tantas cosas que aprender entonces!”.
Para Wozniak la clave del éxito en la educación es la pasión, formarse en algo que realmente te apasione. Tal y como destacó el cofundador de Apple, “en mi vida tuve éxitos y fracasos”, pero “me fijé objetivos, tuve buenas ideas y siempre buscaba cómo dar una solución a los problemas que surgían”.
Al ser preguntado por algunos consejos claves de la Educación de los más jóvenes, afirmó que no pondría exámenes antes de los ocho años de edad, “son muy jóvenes todavía y la escuela tiene que convertirse en algo importante para todos”. También señaló la importancia de poder escoger lo que uno quiere desde etapas más tempranas. Pero, especialmente, destacó el papel de la tecnología: “la educación está en todas partes. La tecnología es clave y un reto constante para el cerebro y las habilidades. Ha cambiado la forma de aprender, multiplicando los canales y las posibilidades“.
Empresa vs. Millennials
La educación como clave del desarrollo de la sociedad, la necesidad de un nuevo enfoque más creativo en las aulas, la innovación, el emprendimiento y la importancia del desarrollo tecnológico fueron los temas tratados durante la puesta de largo de la Impact Business School. Además de la presencia de Wozniak, el acto se completó con la intervención de otros ponentes de excepción como Margarita Álvarez, directora de Comunicación y Marketing de Adecco y Secretaria General del Observatorio de Innovación en el Empleo.
Fue Margarita la encargada de introducir el perfil de la generación Millennial, formada por los jóvenes nacidos entre los años 80 y 90 cuyas principales características son el uso masivo de las redes sociales, una predisposición innata a la comunicación y un excelente manejo de la tecnología. Tal y como destacó, son jóvenes que quieren tener un balance en su vida profesional y personal, que quieren que las empresas busquen su opinión y cuenten con ella.
En un reciente estudio realizado por el Observatorio de Innovación en el Empleo, detectaron que había muchos jóvenes que mostraban inquietudes más allá de sus estudios. Jóvenes que llegaban a sentirse arrepentidos por no haber sabido aprovechar cada momento de sus estudios. Antes de finalizar su intervención, Margarita Álvarez animó a los estudiantes presentes a apasionarse por todo lo que hagan. “Todos y cada uno de nosotros tenemos la fuerza y la responsabilidad de cambiar el mundo. Si no soñamos, es muy difícil que cambiemos nuestro entorno. Por ello es importante que disfrutéis de cada segundo, de cada minuto con cada cosa que hagáis. El secreto para ser feliz con lo que uno hace es disfrutar. Trabajando uno puede disfrutar como un enano”.
Las conclusiones del informe se pusieron a prueba a continuación, con un animado debate entre Manuel Martínez Alonso, Director de Innovación Abierta de Ferrovial, y Carlota Corzo, licenciada en Bellas Artes y joven emprendedora. Moderados por Jose María Palomares, Director de Comunicación Corporativa de la Universidad Europea para España y Portugal, ambos expusieron su punto de vista sobre las empresas y las nuevas generaciones. Sus opiniones sirvieron para poner cara y buscar soluciones a uno de los problemas que más preocupan en la actualidad: la búsqueda de empleo entre los más jóvenes.