Guerras, hambrunas, catástrofes naturales…se conocen un gran número de impresionantes imágenes las cuales han tenido un fuerte impacto en la Opinión Pública. Tristemente, significantes momentos de la historia se han ilustrado mediante éstas.
Esto se evidencia en la última noticia de gran repercusión compartida con el mundo efectivamente a través de una imagen. Esta vez, se trata de las consecuencias de la migración Siria, llegando a la isla griega de Kos, donde se nos deja una fatal imagen de un niño de tan sólo tres años, que viajaba junto con su hermano de cinco y su madre, también fallecidos. La imagen del niño sin vida en la orilla refleja los esfuerzos de una sociedad entera que, tras la devastadora situación de su país, decide emigrar a otro en busca de una mejor vida. Además, esta imagen no sólo ha logrado generar tristeza o compasión sobre esta devastadora situación, sino que también, ha conseguido sembrar el debate entre los gobiernos del panorama internacional, tal y como refleja el medio de comunicación El Economista declarando que: “La razón es que en su crudeza máxima, la fotografía no busca el morbo sino el debate. No busca el dolor sino la reflexión, no busca frivolizar sino llamar a la acción. El drama de los refugiados lleva varias semanas en la prensa, sin embargo, ha sido esta imagen la que más ha movilizado sobre el drama de los refugiados sirios”.
Se observa cómo una fotografía con su completa inmovilidad, puede revolucionar el futuro, y esta emblemática imagen del drama de los refugiados, cobró protagonismo sin necesidad de incluir muchas más palabras para describirla. Lamentablemente, han ido apareciendo otras fotografías que mucho recuerdan al paso que también tuvieron que dar nuestros antepasados hace ya más de 70 años, como nos recuerda Alicia Alted, Catedrática en el Departamento de Historia Contemporánea de la UNED, en su obra La voz de los vencidos: el exilio republicano de 1939, donde unos 465.000 españoles huían del conflicto hacia países vecinos como Francia.
Así, fotografías tan tristes y perturbadoras en las que aparecen menores, inundan las últimas noticias y redes sociales; como la imagen de Laith Majid junto a su familia, la cual ha dado ya la vuelta al mundo, tal y como lo hizo la del pequeño niño sirio en la orilla. Esta familia, que hasta hace muy poco tiempo pertenecía a la clase media, ahora se ven con la obligación de huir de los fatales acontecimientos que están teniendo lugar en su país de origen, con el único objetivo de llegar a Alemania.
Este actual conflicto sirio, ha sido decretado por la Unión Europea como “la mayor tragedia humanitaria desde la II Guerra Mundial”. Además, cabe mencionar que la percepción e inestabilidad de los trágicos hechos que han tenido lugar en Siria, Irak y también en Afganistán entre otros, no han sido percibidos por toda la comunidad europea de la misma forma, a pesar de que el conflicto sirio comenzó hace ya cuatro años; pero hasta ahora, y tras la crisis de los refugiados por intentar entrar en las puertas de los Estados europeos, no hemos sido conscientes de todo lo que éste acarreaba, como por ejemplo las miles de víctimas mortales consecuencia de los sangrientos sucesos.
Las diferentes imágenes relacionadas con la crisis de los refugiados, han creado una alarma social a la vez que han conmovido a toda la ciudadanía en los últimos días, pero sin embargo, esta situación como hemos comentado anteriormente, ya estaba presente en países como Turquía o Libia, los cuales llevan viviendo durante años esta catastrófica situación, y es en Europa, donde aún no habían tenido semejante impacto. Elena Valenciano, actual vicepresidenta del Partido de los Socialistas Europeos (PES), alegaba en relación a la imagen del niño fallecido, que “es la foto del fracaso de Europa, del mundo desarrollado” y que además, “Europa no estaba respondiendo al primer éxodo del siglo XXI”. José Manuel Garcia Margallo, nuestro actual ministro de Asuntos Exteriores, también se manifiesta sobre esta situación: “Ninguna persona decente, y más si es padre, puede dejar de sentirse conmovida ante esas imágenes” “En lo que no podemos caer es en la globalización de la indiferencia”. Además, como responsable político y no como mero espectador, Margallo también hace más declaraciones al respecto, manifestando su deseo de buscar más soluciones “lo más inmediatas y contundentes posibles” y para que “Europa tenga de una vez por todas una política común en materia de asilo e inmigración”.
María Fernández Gómez, Diana Cerviño Colmenares, Lola Martín de Saavedra Cassillas
