Rafael Ansón, natural de San Sebastián, estudió en el colegio del Pilar en Madrid. Posteriormente, se licenció en Derecho y es diplomado de la Escuela Nacional de Administración Francesa (ENA). Además obtuvo la oposición de técnico superior de Información y Turismo del Estado. En su carrera profesional ha sido director general de Radiofusión y Televisión, director general de RTVE y asesor del Presidente Suárez. En este último puesto destaca de especial manera su colaboración en la creación de la Constitución Española. Actualmente ocupa el cargo de fundador y secretario general de la Fundación de Estudios Sociológicos Fundes, profesor asociado del Instituto de Empresa, director de la cátedra de la Real Academia de Gastronomía de la Universidad Alfonso X El Sabio, promotor de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión y de la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom) y Presidente de la Real Academia de Gastronomía.
Colabora con distintos medios de comunicación escritos y ha recibido las grandes cruces de Isabel La Católica, del Mérito Civil, del Mérito Naval y de la Seguridad Social. Ostenta también las medallas de Oro de la Ciudad de París, la Medalla de Oro al Mérito Turístico y la de Caballero de la Orden del Mérito de la República Italiana.[1]
¿Cree ud. que falta cultura gastronómica entre los jóvenes universitarios?
Yo creo que falta cultura gastronómica en todo el mundo. Realmente el sistema educativo se ha basado siempre, incluso en la parte cultural, en lo que eran las bellas artes, en las manifestaciones artísticas digamos para los privilegiados, que ya tenían resuelto el tema de la casa, la comida, el servicio, etc., y lo importante era la música, la arquitectura, la escultura… La manifestación artística y cultural más importante del ser humano es la gastronomía porque es lo que más influye en el bienestar, la salud y la calidad de vida. Entonces es natural que la gente que ha salido de los colegios sin dedicar una sola palabra a aprender a comer, aunque haya dedicado horas y horas a estudiar la Edad Media, que debe de servir no sé para qué, no tengan cultura gastronómica. Ocurre que entre los chicos de menos de doce años hay un 40% de obesos o con sobrepeso. Seguro que saben mucho de la historia de la Edad Media pero se pueden morir con cuarenta años de un infarto y son enfermos. ¿Por qué no dedicamos más tiempo a que la gente aprenda a comer? Ahora estamos intentando despertar el interés por que la gente aprenda a comer. El gran eslogan de nuestras sociedades del siglo 21 es “saber comer” y en otras épocas era “saber leer”, es decir, no ser analfabeto. Lo más importante que tiene que hacer el ser humano en estos momentos si queremos evitar gastos en sanidad insoportables, conseguir un mayor bienestar individual y colectivo, defender la sostenibilidad, el medio ambiente y la solidaridad, es necesario que la gente dedique un esfuerzo a aprender a comer y que sepa que no sólo es compatible, sino obligatorio comer saludable y disfrutar comiendo.
[1] Casa del Libro. Rafael Ansón. Disponible en: http://www.casadellibro.com/libros-ebooks/rafael-anson/130408 .(Fecha consulta: 22 noviembre 2015).