Estados Unidos y Rusia han puesto las cartas sobre la mesa respecto al conflicto en Siria. Dejando de lado resentimientos e intereses, ambos países firmaron un acuerdo para cesar el fuego en Siria. Así lo confirmó el mandatario ruso Vladimir Putin a medios de comunicación oficiales.
“Acaba de celebrarse una conversación telefónica con el presidente de EE.UU. Barack Obama. La iniciativa de la conversación provenía de la parte rusa, pero el interés, sin duda, ha sido mutuo. Como copresidentes del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, Rusia y EE.UU. hemos aprobado las declaraciones conjuntas sobre el cese de los combates en este país”.
A su vez a un nivel más discreto y sin tanta mediatización el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, mediante su cuenta de twitter enlazó el acuerdo entre ambos países.
Entre las principales medidas acordadas sobresale el comprometerse el 26 de febrero antes de mediodía a cesar el fuego e informar a Estados Unidos o a Rusia. Al mismo tiempo, los militares de ambos países tendrán que determinar en los mapas, de manera conjunta, los lugares donde actuarán los grupos extremistas y ninguno, ni la coalición liderada por Estados Unidos, ni Rusia, ni el gobierno de Siria podrán combatir contra ellos.
La ruta para llegar a estas negociaciones ha tenido mayor relevancia desde el 18 de diciembre del 2015 con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Acuerdo de Múnich, celebrado el 11 de febrero del presente año, por el Grupo Internacional de Apoyo a Siria (GIAS).Sin embargo el arduo trabajo de los expertos verá la luz hasta el 27 de febrero del 2016.
El apoyo internacional ha sido uno de los factores primordiales para que el conflicto en Damasco disminuya de manera progresiva .Lo que ha tenido un avance mayor, más allá de la lucha de Estados Unidos contra el gobierno “antidemocrático” de Bashar Al Assad, es la recuperación de los territorios sirios ocupados por Daesh y el Frente Al-Nusra. Gracias a las acciones activas de la aviación rusa, pueblos como; Hama, Atshan y Tel Skek , han vuelto a ser parte de la soberanía siria , sin embargo otros lugares como la provincia de Idlib aún están bajo el control de estos grupos, cuestión en la que el ejército sirio y sus aliados están trabajando para reconquistar .
Aunque el cese al fuego pretende ser una táctica viable para identificar con mayor facilidad a los grupos terroristas, los problemas que imperan entre las diferentes fuerzas de la región, no dejan de ser una gran inquietud para que los objetivos de pacificación se logren. Los recientes atentados que tuvieron lugar en Turquía y los bombardeos a la YPG en Siria, han reavivado las tensiones entre kurdos-sirios y Ankara. Mientras los kurdos-sirios niegan responsabilidad sobre los atentados, Turquía responde con bombas a sus bases. Algo que distorsiona la posición turca como aliado estadounidense para atacar al enemigo común, el Estado Islámico.
La guerra en Siria ha llegado a los casi 5 años y ha cobrado aproximadamente 260.000 muertes y alrededor de 4 millones de desplazados. En ella se han involucrado diferentes países del orbe. La mayor consecuencia en el exterior la ha recibido Europa con la reciente crisis de refugiados, en la que ha tenido que aplicar medidas para sobrellevarla. Sin embargo si el acuerdo ruso-estadounidense cumple su cometido, la diplomacia mundial podría volver a recobrar confianza en las poblaciones más afectadas por la guerra.