Con la reciente apertura de Cuba a las inversiones internacionales, pero especialmente a los EEUU, potencia internacional con la que llevaba 54 años de relaciones congeladas, vuelve a la escena política mundial el nombre de Raúl Castro.
La figura de los hermanos Castro no pasa desapercibida en Cuba. El actual presidente de la isla desde 2008, que acompañó a su hermano Fidel en la formación de la guerrilla revolucionaria desde 1953 y que tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959 ha ocupado cargos de alta responsabilidad en el ejército y el régimen de la isla, es un revolucionario, militar y político cubano.
Tras las previsiones constitucionales, Castro, nacido en 1931 en Cuba, bajo el título de primer vicepresidente del Consejo de Estado, constaba desde 1976 como el sucesor natural de su hermano a la presidencia en caso de ausencia, enfermedad o vacante. Así que cuando Fidel Castro decidió apartarse del cargo en 2008, todos los poderes fueron a parar a Raúl.
Ese mismo año, con la llegada de la administración demócrata de Obama se aprobaron algunos cambios con respecto al régimen castrista, siendo el principal un acuerdo de flexibilidad del embargo que los Estados Unidos mantenía con Cuba. Fue a partir de ese momento cuando las relaciones entre ambos Estados empezó a mejorar, ya que ese mismo mes una delegación de congresistas demócratas viajó (aunque no en misión presidencial) a la isla con la intención de buscar vías de entendimiento para mantener un diálogo bilateral. Se inició, de este modo, una nueva era diplomática que auguraba un futuro esperanzados para Cuba, que bajo el mando de Castro, está afrontando cambios sobre sus relaciones internacionales y de renovación.
Ese es el motivo por el que Raúl Castro está llevando a Cuba a salir del estado en el que estaba sumida desde hace años, aplicando una serie de reformas desde 2011 que apuntan a cambios que no se habían visto en la isla desde el triunfo de la Revolución. Con estas mejoras, encaradas al futuro del país, Castro, por tanto, está intentando que se produzca un cambio sustancial en el contexto internacional para con la isla y sus prospectos de futuro.
Ayla Garrigó Jordan
