El pasado mes, Kaepernik, el quarterback de los San Francisco, acaparó la atención de todos los medios durante un partido de futbol americano. Mientras sonaba el himno nacional de los estados unidos permaneció sentado en señal de protesta. “No voy a levantarme y mostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a la gente negra y a la gente de color”, declaró ante los medios.
El gesto rápidamente fue criticado. El congresista republicano Steve King declaró que el deportista estaba socavando el patriotismo y su activismo simpatizaba con el ISIS. El sindicato de Santa Clara también opinó sobre el acto amenazando con un boicot.
Tras las críticas, Nate Boyer, ex jugador de los NFL propuso a Kaepernick modificar su protesta: en lugar de permanecer sentado, le aconsejó que se arrodillara, como forma de reconocer el significado del himno, pero sin dejar de lado su reivindicación. Este cambió no ayudó a acallar a sus detractores, aunque sí provocó que otros jugadores de futbol americano le imitaran. Además, jugadores de la NBA como LeBron James, Kevin Durant o Stephen Curry, incluso, el presidente Barack Obama han defendido su derecho constitucional de protestar políticamente.
El origen de esta singular protesta se encuentra en los recientes casos de violencia policial en Estados Unidos contra afroamericanos. De acuerdo con la institución “Brookings”, es veinte veces más probable que una persona negra sea disparada que una blanca en Estados Unidos. Gracias a la dispersión dada por los medios de comunicación y plataformas sociales a este tipo de respuesta desde la autoridad, se han sucedido en este país múltiples manifestaciones que recuerdan a los años sesenta y la fuerte lucha de los ciudadanos negros por ver reconocidos sus derechos civiles.
Incluso se ha creado un movimiento con plataforma web para coordinar las distintas acciones en contra del trato desfavorable que se da a la comunidad negra, denominado “Black Lives Matter”. El origen de esta campaña se remonta a Febrero de 2012 cuando Trevon Martin fue asesinado por un vigilante de seguridad de una urbanización en Florida.
Esta campaña ha tenido gran impacto en la política americana y podemos ver como centros de investigación prestigiosos como “Pew Research Center”, la utilizan para medir el apoyo de los distintos perfiles de votantes estadounidenses a este movimiento de reivindicación social. Conforme a su estudio el 64 % de los votantes blancos demócratas apoya el movimiento “Black Lives Matter” tan solo el 20% de los Republicanos lo hace. Y sin embargo Donald Trump está consiguiendo atraer el voto de ciudadanos negros en algunos estados como Carolina del Norte, que desde 1972 acaparaban los demócratas en un 85%. Fenómeno que encuentra su explicación en la frustración de la población afroamericana, que observa como tras un presidente demócrata negro sus condiciones de vida no han mejorado.
El gesto de Kaepernick no está pasando desapercibido ni para la población, ni para los medios, en un momento en que “Black Lives Matter se está convirtiendo en un tema candente en el debate políticos de un país como Estados Unidos que se prepara para conocer quién será su nuevo presidente.
Sin embargo, la violencia racista nunca ha dejado de existir y ésta no es la primera manifestación en contra que vemos en el mundo del deporte. Una de las más importantes fue la de las Olimpiadas de 1968 cuando dos deportistas americanos de color subieron al pódium en calcetines y alzando su abrazo con un guante negro en la mano. Esta escena pasó a la historia y es recordada por todos. Ahora nos preguntamos si la protesta de Kaepernik también se convertirá en un hito y provocará cambios en la violencia segregacionista de Estados Unidos.
No podemos olvidar que se acercan las elecciones y los candidatos a la presidencia están en el punto de mira, ¿Que harán Hillary Clinton y Donald Trump con respecto a este tema?
Cristina Hernando Suero y María Prada