Kabul vive hoy con mucha precaución un Proceso de paz, tras los atentados vividos la semana pasada que dejaron 177 muertos y más de 500 heridos. La conferencia de paz organizada por Ashraf Ghani contará con 24 países entre los que se encuentran las potencias internacionales y países próximos a la región como: Irán, Pakistán, India, EEUU, Rusia, China y otras potencias árabes y de la UE.
Se espera encontrar solución a la principal problemática situación que afronta Afganistán con el terrorismo talibán y alcanzar pactos anti-terroristas con los países que asistirán al Proceso de paz.
El presidente afgano fue el primero en hablar, lanzando un mensaje amenazante al terrorismo talibán: “ésta es la última oportunidad para comenzar a establecer una solución diplomática, si rehusáis os atenderéis a las consecuencias” también aprovechó la oportunidad para recriminar a Pakistán su relación con los talibanes: “Pakistán está llevando a cabo una guerra secreta contra Afganistán ya que durante los dos pasados años más de 11.000 terroristas han venido del extranjero”, según puede leerse en EFE.
El pasado miércoles, un camión bomba estalló en Kabul, causando 90 muertos y 463 heridos, según informó el Ministerio del Interior afgano. Este atentado es el más grave ocurrido en la capital afgana desde la intervención de EEUUU en 2001.
El atentado ha causado daños a varias embajadas, entre ellas las de Alemania, Francia e Irán. Los talibanes, el principal grupo sospechoso, que combaten para recuperar el poder, han negado su responsabilidad. Aún se desconoce su autoría, pero sea quien sea, el ataque muestra la fragilidad de Afganistán a pesar de la ayuda militar vertida por Occidente desde la intervención estadounidense en 2001.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha calificado el ataque de “crimen contra la humanidad” según informaba en su cuenta de Twitter (@ashrafghani). La onda de la bomba se pudo sentir en el palacio presidencial, llama Arg (Ciudadela), que se sitúa a menos de 800 metros de donde tuvo lugar la explosión. El atentado se ha producido a penas comenzado el mes de Ramadán, provocando una repulsa generalizada de los gobiernos y organizaciones internacionales.
Al conocer la noticia, la canciller Ángela Merkel, informó que Alemania suspende temporalmente la expulsión de los demandantes de asilo afganos. El anuncio se produjo en un momento en que se criticaba la expulsión de desplazados afganos debido a la inseguridad que se daba en el país. El tiempo ha hablado por sí solo.
Isabel Garbisu y Samuel Bosch
