Luego de que el presidente Bashar Al-Asad acabó radicalmente con el movimiento llamado “ la primavera Árabe “ ( manifestaciones callejeras llevadas a cabo en el 2010 ) con la militarización del conflicto , comenzó el 18 de marzo del 2011 “ la guerra en Siria “ , en la ciudad de Deraa.
Siria es un país dirigido por un régimen autoritario de medio oriente , que está bajo el mando de una familia de una minoría étnica y religiosa ( alauí , una rama del islam chií ) que representa entre el 10% y un 15% de la población , frente a la minoría suní. El conflicto forma parte de un profundo proceso de transformación del orden regional, marcado por la crisis de autoridad central, que tiene como consecuencia la descomposición de varios Estados (Siria, Libia, Irak y Yemen), el progreso del autodenominado Estado Islámico que pretende crear/recuperar el califato.El conflicto en Siria se denomina principalmente como una guerra civil sangrienta, que ha causado la muerte de al menos unas 400.000 personas, según lo establecido por las Naciones Unidas, y alrededor de cinco millones de personas han tenido que abandonar el territorio sirio.
Dicho conflicto cuenta con el apoyo y la intervención extranjera de : Irán , Turquía , Arabia Saudita , Emiratos Árabes , Qatar , Estados Unidos y Rusia .
Para alcanzar un freno total del independentismo kurdo Turquía ( un país musulmán suní casi en su totalidad ) brindó su apoyo a diversos grupos rebeldes suníes .
Irán fue el país que tomó la iniciativa en la intervención extranjera en el conflicto , debido a su existente vínculo con la estrategia del régimen alavi sirio. Irán puso a disposición de al-Assad sus asesores militares Se calcula que Irán invierte aproximadamente 700 millones de dólares al mes en Siria, además de esta inversión , está consolidada su presencia militar en el país en guerra , más allá de lo que ocurra con la guerra civil actual .
Participa también en proyectos de reconstrucción , convirtiéndose en un actor interno, algo que no entraba en los planes de contingencia rusos y estadounidenses para abandonar el país. Su fin es consolidar un enlace geográfico entre Irán y el Líbano, a través de Irak y Siria, con acceso al Mediterráneo.
Mientras que la finalidad estratégica de Rusia es otra, detrás de este apoyo a los actores regionales se esconde la aspiración de convertirse en el árbitro principal de los conflictos, así como de desafiar la estrategia de los occidentales. Así, Rusia ha logrado salvar al régimen de al-Assad y convertirse en un actor y árbitro indispensable en la zona.
Rusia e Irán han comenzado a explotar el nuevo entorno estratégico creado por la retirada norteamericana.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Eugene Labov, saludaba el anuncio, declarando que facilitaba una solución política al conflicto, un tipo de solución para el que no se ha contado nunca con EEUU.
Un comité constitucional fue la idea creada por los países Turquía, Rusia e Irán para lograr resolver el conflicto en Siria. Los ministros de asuntos exteriores de estos países lograron concluir con este pacto que les llevó meses idearlo junto al enviado especial de la ONU para Siria Staffan de Mistura.
En el comunicado final de la cita trilateral, en Ginebra, turcos, rusos e iraníes han llamado a fundar un “proceso viable y duradero, liderado por sirios y propiedad de sirios, facilitado por la ONU”. Los cancilleres que pertenecen a estos países enfatizaron que el objetivo de este organismo se basa en estar comandado por un sentido de compromiso y constructividad.
La reunión de Ginebra sirvió para cerrar los últimos puntos de la formación de un comité, cuya misión se basa en redactar una nueva Carta Magna para Siria y convocar elecciones. Sus miembros procederán del ejecutivo, de la oposición reconocida y de la sociedad civil. La selección de estos últimos, designados por Naciones Unidas, había sido, según fuentes diplomáticas, el último y mayor obstáculo a superar.
Aunque el proceso de Astaná y su propuesto comité constitucional abren la puerta a acabar con casi con casi ocho años de masacres y crisis de refugiados Siria sigue lejos de la pacificación total. La provincia noroccidental de Idlib, en manos opositoras y colmada de desplazados, sigue bajo la espada de Damocles de otra ofensiva sangrienta por parte del ejército sirio y de sus aliados.
Aún no hay un futuro claro con respecto a este conflicto ya que vemos una disparidad de intereses entre todas las partes involucradas y los actores externos como Rusia e Irán que tienen ideas distintas sobre el control de la energía por los pozos petrolíferos y el futuro de la región. Ambos intentan entrar en la reconstrucción del régimen sirio, por un lado Rusia que quiere conservar sus bases por tener un posicionamiento estratégico, y por otro lado, Irán busca ejercer una mayor influencia en la zona.
Johana Guevara, Arantza Solorzano y Alejandra Morante