América Latina, está caracterizada recientemente por continuas protestas en las calles. Las razones que motivaron estas protestas fueron diversas, pero todas nos llevan a una conclusión, políticos desconectados de las realidades de sus países, donde gobierna la desigualdad social y el divorcio entre la clase política.
Tenemos como ejemplo a Bolivia por acusaciones de fraude electoral, Chile por la desigualdad, Ecuador por la eliminación de los subsidios a los combustibles, Haití por la escasez de gasolina y alimentos, y en este caso, nos centraremos en Brasil, donde se acusa al presidente Jair Bolsonaro de interferir en los medios de comunicación, amenazando la libertad de expresión, de acuerdo con The New York Times.
El pasado julio, Miriam Leitaño, periodista reconocida en los medios de información brasileños, fue obligada a cancelar una aparición pública en consecuencia de recibir varios ataques después de que el presidente hiciera algunas declaraciones acerca de ella.
Así como se ha mencionado en los párrafos anteriores, la diferencia de clases sociales que existe en los países de América Latina traen como consecuencia un sin número de problemas políticos. Según palabras del periodista, Bruno Bimbi, que fue corresponsal en Brasil, “El país está entrando en una dictadura sutil con Bolsonaro, un sistema democrático en apariencia, pero cada vez más autoritario”.
Según el periódico El Mundo, Bolsonaro ha sido denunciado ante la Corte Penal Internacional, situado en la Haya, con motivo de “crímenes contra la Humanidad” e “incitación al genocidio indígena.” Dicha denuncia ha sido por parte de la Comisión Arns y el Colectivo de Abogacía en Derechos Humanos, dichas entidades aseguran que Bolsonaro incita a la violencia contra las poblaciones más desfavorecidas (población indígena) y enflaquece los mecanismos para perseguir los delitos que afectan a la población indígena en términos de, apropiación ilegal de tierras, explotación agrícola y ganadera, la minería y la tala ilegal en reservas naturales e indígenas.
El periódico El Mundo comenta que, son varios los discursos de Bolsonaro en los que indica que, las poblaciones indígenas no son más que un obstáculo para el desarrollo económico del país y las buenas relaciones con las empresas que pretenden explotar las reservas indígenas sólo aumentan la tensión en el país.
Para concluir, según un informe de la CEPAL (Comisión Económicas para América Latina y el Caribe), América Latina, es considerada la región más desigual del planeta donde 4 de cada 10 ciudadanos se encuentran en pobreza o pobreza extrema, lo que justifica las continuas protestas en la región.
Eva Chevaso y Luisa Weng