Cuarenta y nueve días ya han pasado desde que la Primera Ministra Británica, Theresa May, adelantara las elecciones para este próximo jueves.
Tras el reciente triple atentado ocurrido este fin de semana en la capital del país, la tensión política se ha visto aumentada debida a las próximas elecciones que no aclaran del todo quien es el candidato favorito a ocupar el cargo del Primer Ministro.
En estas elecciones parten como favoritos los dos partidos históricos, conservadores y laboristas, representados por Theresa May y Jeremy Corbyn, respectivamente. El tenso clima social tras los atentados ha servido para enfrentar más si cabe, a estos dos candidatos, con las críticas de Corbyn al recorte en seguridad que realizó May y que se salda con dos atentados en menos de dos semanas. Las encuestas dan como favorito al partido conservador, pero con un estrecho margen de menos de tres puntos de diferencia.
El adelanto de estas elecciones se produjo como un reafirmamiento de la posición del pueblo británico sobre el Brexit. May defiende la salida del país de la Unión Europea, mientras que Corbyn prefiere una nueva Unión Europea, aunque dentro de los propios partidos existían diferencias en este aspecto.
Los dos partidos que parten con opciones y que acabarán siendo decisivos son el UKIP, representado por Paul Nuttall, y el Partido Liberal Demócrata, Tim Farron. El primero pasa por su peor momento debido a que el Brexit supuso la dimisión del anterior líder, Nigel Farage, y busca no convertirse en un partido residual al que las encuestas le atribuyen una caída cuatro puntos tras el 12,6% conseguido en 2015. El Partido Liberal representado por Tim Farron y que defiende un segundo referéndum sobre el Brexit , tras hacer campaña por la permanencia.
Estas elecciones se presentan como cruciales para el futuro de Gran Bretaña, marcando la hoja de ruta que seguirá el país. El Brexit será el tema fundamental que decida el resultado de estos comicios, dónde el voto joven se plantea como determinante.
Jorge López y Jesús Fuentes
