El profesor José María Peredo, Catedrático de Comunicación y Política Internacional de la facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación y director del Observatorio de las Relaciones Internacionales de la Universidad Europea, ha sido nombrado Académico Correspondiente de la Academia de la Diplomacia del Reino de España.
La distinción le fue entregada por el exministro de Asuntos Exteriores y Cooperación y Académico, D. José Manuel García Margallo, encargado de presidir el acto de entrega de nombramientos y distinciones que tuvo lugar en el Hotel Miguel Ángel de Madrid. La entrega se hizo en presencia de la Presidenta de la Academia, Dña. Sofía de Borbón y del Secretario General, D. Santiago Velo de Antelo. Durante el acto también fueron nombrados académicos los Embajadores de la Federación Rusa, D. Yuri P. Korchaguin y de la República de Kazajistán, D. Bakit Dyussenbayev, y las Embajadoras de la República de Eslovenia, Dña. Koula Sophianou, y de la República de Chipre, Dña. Renata Cvelbar.
El Ministro García Margallo se dirigió a los asistentes en un discurso con el que resumió algunas de las líneas de actuación durante sus cinco años al frente de Exteriores. Destacó el impulso a la Marca España fundamentado según él: “en una idea clara de España que es requisito previo para poder desarrollar una labor coherente y productiva en el exterior”. Asimismo se refirió a la trascendencia del momento histórico que se ha abierto con respecto al conflicto de Gibraltar desde la aprobación del Brexit que ha planteado un nuevo escenario que “debe de ser aprovechado por nuestra diplomacia para conseguir una solución que satisfaga y no perjudique a las partes”. García Margallo insistió en la importancia de la diplomacia española en este periodo de convulsión política dentro y fuera de España y de Europa.
En parecidos términos se expresó el Secretario General de la Academia de la Diplomacia y director de la revista Diplomacia, Santiago Velo de Antelo. En su intervención destacó que “en un mundo complejo como el de nuestros días la labor de la diplomacia española resulta esencial por su experiencia y dimensión”.