Escrito por: Alejandra Soto
Esta guerra también tiene rostro de mujer. Si bien las mujeres no tienen la prohibición de salir del territorio ucraniano, muchas de ellas han decidido quedarse y luchar para salvar su país, su futuro y sus hijos. Si algo tienen claro los ciudadanos ucranianos, es que no quieren volver a vivir lo sucedido en 2014 con la crisis de Crimea, y aseguran que la guerra estalló hace 8 años, no hace unas semanas…
Periodistas, psicólogas, veterinarias y enfermeras entre 18 y 60 años han sido llamadas a registrarse para prestar servicio en plena tensión del conflicto. Mujeres como la atleta Solomiya Trapeznikova, campeona mundial en la disciplina de tiro con arco, quien también ha defendido durante 8 años el honor de Ucrania en el ejército y posee el rango de sargento en jefe, manifestó: “Con las armas en la mano defenderé a mi país contra todos aquellos que atenten contra su independencia”. Por otra parte, muchas otras mujeres se organizaron en sitios ocultos para fabricar el equipamiento necesario para la guerra, realizando redes de camuflaje con retazos de tela y remendado la vestimenta especial para los civiles.
“La fuerza de una mujer cuando se trata de defender a sus hijos es aterradora” esta fue la afirmación de una madre ucraniana que ha prestado servicio médico gratuito a mujeres y niños en Ucrania desde hace varios años. Miles de mujeres han servido en la lucha armada durante estos ocho años como soldados regulares o como milicianas y han tenido roles de responsabilidad.
La dominación patriarcal estructural en toda la región ruso-ucraniana, junto a la migración y el refugio por violencias machistas, también son temas importantes dentro del conflicto que deben mencionarse. Si bien es cierto que esta lucha lleva ya varios años, queda todavía mucho tiempo de posguerra y el posconflicto, la reconstrucción y la paz cotidiana familiar suele casi siempre recaer en las espaldas de mujeres, quienes son las responsables de restablecer valores como la familia, la belleza o la feminidad.
Recientemente, muchas formas de violencia contra las mujeres se han intensificado a causa de la guerra y son atravesadas por todas las clases sociales y en todo el territorito. Las mujeres ucranianas son mano de obra relativamente barata en toda Europa central, especialmente en el trabajo doméstico. Asimismo, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2017, Ucrania era el país de la región con las tasas más altas de trata y tráfico de personas.
“Es muy grave que las mujeres, cuyas vidas ya están muy afectadas por el trauma y la destrucción causados por el conflicto y la guerra, se encuentren sin poder recurrir a ninguna ayuda y abandonadas por las autoridades, que tienen la responsabilidad de protegerlas de la violencia de género intrafamiliar y la violencia sexual”, dijo Oksana Pokalchuk, directora de Amnistía Internacional Ucrania.
Las mujeres que viven en Ucrania, no se sienten a salvo, ni en público, ni en el hogar. Aun así, no se la han pensado dos veces en dar la cara por su país, y a pesar de las diversas limitaciones que tienen, mujeres de todas las edades han mantenido una posición clave en la estrategia de defensa de Ucrania ante los ataques de Rusia.