Moon Jae-In encabeza los resultados de las elecciones surcoreanas que han tenido lugar este martes y que posicionan al liberal como futuro presidente del país. Moon pertenece al área demócrata liberal de Corea y era la principal oposición tras las elecciones del año 2012. Precisamente, este posicionamiento ha sido el principal factor de su victoria, ya que se desató un escándalo por corrupción de la anterior presidenta, Park Geun-hye, y se anunciaron elecciones anticipadas.
La principal novedad de la política internacional de Moon se basa en las relaciones que quiere mantener con su vecino, Corea del Norte. La baza más importante del presidente electo es la de intentar abrir de nuevo canales de comunicación entre los países, una política completamente opuesta a la de la presidente Park, que destacó por el aumento de la tensión en las relaciones los pasados diez años.
El escándalo que salpicó a la antigua presidenta Park hizo que fuera juzgada y relegada de su cargo el pasado 11 de marzo por un tribunal fiscal presidido por Lee Jung-mi. La polémica se originó cuando una amiga personal de la presidenta, Choi Soon-sil, fue acusada de tráfico de influencias y corrupción al afirmar que tenía acceso a los documentos secretos de las instituciones y a tomar decisión en asuntos de estado. Este caso ha sido calificado como el mayor de la historia de Corea del Sur, llegando incluso a salpicar al heredero de la multinacional tecnológica Samsung, Lee Jae-Yong, detenido como presunto participe en casos de soborno y malversación.
También se han visto salpicadas por la trama otras empresas surcoreanas conocidas como Chaebol, haciendo de este problema un conflicto complicado de resolver. Para poder poner fin a este clima de tensión que se vive en el país, el nuevo gobierno de Moon debe reunir como mínimo 3/5 de la Asamblea Nacional y promulgar nuevas reformas tanto políticas como económicas.
Este clima de descontento social hizo que se convocaran numerosas manifestaciones multitudinarias, que al intentar ser sofocadas por la autoridad del país, provocaron el fallecimiento de dos ciudadanos, uno de ellos mayor de 70 años.
A estas elecciones anticipadas se presentaban cinco candidatos principales: Moon, del Partido Democrático; Ahn Cheol-soo, del Partido de la Gente; Sim Sang-jung, del Partido de la Justicia; Hong Jun-pyo, del Partido Libre Korea; y Yoo Seong-min, del Partido Bareun. Por el momento, la victoria de Moon supone el 41.4 % de los votos escrutados y su perseguidor más cercano, el conservador Hong Joon-pyo, tiene tan solo el 23 % de los votos.
La participación de la ciudadanía en estas elecciones ha supuesto más del 80% del total, más de cinco puntos sobre el nivel de los anteriores comicios en torno al 75% en el 2012, y en estas se han registrado más de 42 millones de votos. Además, la tradición familiar es un gran componente de la ideología en el país, aunque este año ha sido la excepción, ya que una gran mayoría del voto joven ha ido a para a Moon. De confirmarse la victoria de Moon en las elecciones, su investidura se realizaría el próximo miércoles.
La antigua presidenta tenía una relación de cordialidad con el gobierno de Trump, pero el presidente electo Moon ha declarado que deberían revisar los puntos de los acuerdos con Estados Unidos y que deberían aprender a decir que no, ante la irrupción violenta del presidente americano.
Jesús Fuentes y Jorge López-Torrecilla