Ex embajador de España en Irak y artífice de nada menos que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, Ignacio Rupérez, fallecía el pasado jueves 24 de diciembre en Madrid a consecuencia de una “larga enfermedad” que padecía hacía tiempo. Su labor al servicio de España ha sido intachable y ha contribuido a la mejora de las relaciones de nuestro país con muchos otros Estados, sirviendo en las embajadas de Egipto, Israel, Honduras, Irak, Cuba y Ucrania, entre otras funciones.
Desde el Observatorio de las Relaciones Internacionales de la UEM tuve la oportunidad personalmente de compartir una mañana con Don Ignacio, a quien no pude más que agradecer su dedicación. Aunque no merece ni existe consuelo ante la pérdida de un ser querido, quisiera expresar mis más profundas condolencias así como homenajear su impecable trayectoria. Su ausencia ha dejado un vacío en la diplomacia española pero también un ejemplo para aquellos que seguimos sus pasos con el deseo de alcanzar una brillante carrera sin renunciar a la calidad humana, tal y como ha demostrado Don Ignacio.
Gracias una vez más por aquella mañana.