El Partido Liberal del Primer Ministro Justin Trudeau fue el vencedor de las elecciones en Canadá celebradas el pasado 21 de octubre. Trudeau, que obtuvo un total de 157 escaños, logró darle la vuelta a unas encuestas que, según Nanos Research, pronosticaron un empate técnico entre el Partido Liberal y el Conservador en la oposición. Con este resultado Trudeau se garantiza cuatro años más al frente del gobierno que en esta ocasión no obtendrá la mayoría absoluta necesaria para gobernar en solitario.
El liberal fue el líder mejor valorado recibiendo la confianza del electorado para poner en marcha propuestas que plantean, como gran prioridad, lograr que las reservas de petróleo del país lleguen al mercado para así forjar una gran negociación sobre los recursos canadienses, plan al que se oponen algunas organizaciones ambientalistas del país.
Andrew Scheer, del partido conservador y principal rival de Trudeau, fue la segunda fuerza que más escaños obtuvo (121), pero también fue el candidato con peor imagen según las encuestas, y ello pese a ser aún el gran desconocido. El Bloque Quebequés fue el otro gran triunfador de la jornada electoral consiguiendo, con un total de 32 escaños, ser la fuerza que mejor porcentaje de votos obtuvo comparado con su anterior resultado.
El Partido Demócrata, que por primera vez presentaba a un candidato no blanco, Jagmeet Singh, de origen indio, no pudo certificar el tercer puesto que le otorgaban las encuestas. El partido de izquierdas y representante de las minorías, será la cuarta fuerza política de la cámara y podría ser la clave, con sus 24 diputados, para que Trudeau pueda renovar su mandato como presidente.
Uno de los grandes derrotados de la noche fue el Partido Popular, cuyo líder Maxime Bernier no logró convencer al electorado volviendo al discurso más conservador, con declaraciones como: “Acoger a las personas que rechazan los valores fundamentales de Occidente, como son la libertad, la igualdad, la tolerancia y la apertura, no nos fortalecerá”. Frente a la política migratoria propuesta por Trudeau, con una mayor apertura hacia los inmigrantes y reforzando el multiculturalismo, Bernier apostó sin éxito por medidas contundentes con el objetivo de reducir los flujos migratorios hacia el país.
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