Los trenes de la red ferroviaria que la empresa Talgo construye en Kazajistán están preparados para resistir unas temperaturas de entre 45 grados bajo cero y 45 sobre cero. La dureza del clima centroasiático no es un obstáculo para que la Alta Velocidad española, líder en el mundo, contribuya a mejorar las comunicaciones de un país cinco veces más grande que España, con sólo 17 millones de habitantes y eje de las conexiones entre Rusia, Irán, China, Extremo Oriente, Europa y el Islam.
No resulta extraño que un estado de esta importancia estratégica haya movido a la revista Diplomacia a organizar una Jornada de Trabajo para conocer mejor las perspectivas económicas y políticas del país y reunir al Embajador de la República de Kazajistán, Bakhyt Dyussenbayev con un conjunto de expertos y diplomáticos para analizar los proyectos de futuro en la región Centroasiática.
El Embajador Manuel Larrotcha, Embajador durante tres años en Astaná, el Director de la Revista Diplomacia, Santiago Velo, el profesor Jose Luis Orella y representantes de Talgo y de sectores como el de consultoría sobre internacionalización de empresas, compartieron reflexiones con los diplomáticos, inversores y especialistas académicos en la región, durante la jornada del pasado jueves 10 de marzo en la Sede de las Instituciones Europeas en Madrid.
Ningún lugar podría haber representado mejor la intención del encuentro que ha servido también para que los representantes de la diplomacia kazaja pidieran apoyo a la candidatura de Kazajistán para incorporarse en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro No Permanente. Así como dar a conocer los primeros detalles de la Exposición Universal en 2017 que el país organiza como instrumento de posicionamiento internacional entre las economías emergentes.
Aunque Kazajistán ocupa el puesto 69 en el Índice de Desarrollo Humano y las expectativas en términos de normalización política deben de seguir creciendo, los ponentes destacaron las buenas condiciones que reunía el país para el futuro de las inversiones tanto españolas como europeas. Sectores como el transporte, la moda y la defensa donde España ya tiene un posicionamiento importante y otros como las materias primas o la obra civil, aún por desarrollarse, constituyen algunos de los sectores más atractivos en un país que exporta petróleo, gas y minerales.
José María Peredo Pombo, Catedrático de Comunicación y Política Internacional