La Universidad Europea de Madrid, tuvo el honor de recibir al máximo representante de Canadá en España, Matthew Levin. Este dio una conferencia titulada “Imagen y Política Exterior”, en la cual habló sobre como Canadá está afrontando los cambios de paradigma de la sociedad internacional.
Marta Muñiz, Decana de la facultad de las C.C. Sociales y de la Comunicación, fue la encargada de presentar al embajador y de dar la bienvenida a los estudiantes y el claustro de Relaciones Internacionales. En su intervención destacó los valores que compartía la sociedad canadiense con la nuestra y que “nuestra universidad hace suyos”, como son la promoción de la diversidad, la defensa del medio ambiente o la educación como elemento motor del cambio.
El embajador comenzó su interpelación con una frase que sirvió para romper el hielo: “como dice Laura Ballesteros: ‘las palabras más peligrosas en un discurso son, voy a ser breve’”. Mr. Levin planteaba dos conceptos que son fundamentales para el mundo moderno: diversidad y multiculturalidad. Contaba como Canadá surge de una unión de emigrantes (franceses e ingleses), por lo que se han enfocado en mantener esta mezcla cultural con proyectos como ‘private sponsorship’. Este plan habla sobre cómo una comunidad acoge a familias de refugiados con el fin de integrarlos en todo lo posible en la sociedad.
La sed, que parece tener Canadá, de cambiar al mundo no se queda allí. Metas sobre el cambio climático, ideas educativas para mejorar la formación y el rol que juega la diversidad en el avance de la sociedad, son los principales bloques que se trataron en este acto.
En el ámbito del cambio climático, Levin explicó la importancia de este tema en la sociedad internacional. Haciendo referencia a diversos tratados firmados con el fin de mejorar el medio ambiente. Sin embargo, comentó que quizás la meta que tenía Canadá pautada para el año 2030, de reducir un 30% las emisiones, no se logre cumplir. Esto se debe al crecimiento de su economía; cuando una economía comienza a desarrollarse en mayor escala, las emisiones aumentan, contaminando más el plantea: “El problema del medio ambiente es una enrome complejidad, incluso en países y gobiernos tan comprometidos en su defensa como el nuestro”.
Por otra parte, la educación es un elemento fundamental para este país. Es de conocimiento publico que uno de cada dos ciudadanos es universitario, pero eso no quiere decir que no busquen seguir evolucionando. Los cambios de modus operandi de la sociedad hacen que mantenerse estancado sea imposible. “Hoy día es necesario salir, tener la experiencia de ir fuera”, aseguraba el diplomático. Esto se refiere a que la ventaja que representaba el salir en una oportunidad laboral o educativa paso a ser un requerimiento.
Como se puede apreciar, los emigrantes tienen un lugar especial en el corazón canadiense. Por ello, han ayudado a implementar su programa de ‘private sponsorship’ en diversos países del mundo, como fue el caso de España. Una de las cosas mas curiosas de esta región es que cuando un ciudadano del mundo esta pidiendo la nacionalidad se le denomina “nuevo canadiense”. A pesar de tener una política muy positiva en este tema, Canadá, según señala el embajador, “no queremos que se nos utilice como modelo, ya que cada país tiene su cultura, historia y políticas”.
Matthew Levin nunca dejó de dar ánimo a la generación de relevo, frases como “no importa lo que pase mañana, lo que importa es como lo afrontes” o “los valores son los que te van a ayudar en la toma de decisiones”, hicieron que los presentes se sintieran mejor con respecto a su futuro. Más de 200 estudiantes, algunos de ellos sentados en el suelo, reflejo de la diversidad de la universidad y de la sociedad española y europea, atendieron e interpelaron al diplomático durante una hora y media. El primer encuentro con un embajador de Canadá en la Universidad Europea de Madrid fue largo, enriquecedor y extraordinariamente diverso.
Margherita Bertuol
