La esperanza de vida en África Subsahariana

Según la organización mundial de la salud, de 2000 a 2016 ha habido un descenso en las muertes en niños menores de 5 años especialmente en África Subsahariana, donde se han llevado a cabo importantes progresos contra la malaria, el sarampión y otras enfermedades contagiosas. La esperanza de vida en África también ha aumentado gracias a los avances contra el virus VIH y el Sida, que habían reducido considerablemente la población africana en los años 90.

A pesar de los avances en los países más pobres sigue habiendo diferencias significativas en la esperanza de vida entre los países desarrollados y los países en desarrollo, siendo 18 años menos de vida en promedio que las habitantes de los países de altos ingresos.

Por primera vez, la OMS ha desglosado sus estadísticas sanitarias mundiales por sexo, lo que demuestra claramente que las mujeres tienen mejores perspectivas de longevidad que los hombres.

Al nacer, los bebés tienen más probabilidades de ser varones que mujeres, y se espera que nazcan 73 millones de niños este año, en comparación con 68 millones de niñas.

Sin embargo, debido a la mayor fragilidad biológica y a los comportamientos de mayor riesgo, las tasas de mortalidad tienden a ser más altas entre los niños y los hombres, y la proporción cambia a medida que la población envejece.

En Siria, que ha sido devastada por ocho años de conflicto, la esperanza de vida se redujo en una década, de 73 años en 2000 a 63,8 años en 2016.

Mientras tanto, la población de los Estados Unidos ha visto cómo su esperanza de vida ha disminuido de 79 años en 2014 a 78,5 años dos años más tarde, mostraron las cifras de la OMS.

  • Casi la mitad de la población mundial (3.600 millones) se encuentra expuesta a la contaminación atmosférica doméstica en 2017.
  • En 2017, la exposición a PM2.5 (material particulado respirable en ciudades) fue el tercer factor de riesgo principal para las muertes por diabetes tipo 2, después de la hiperglucemia y el alto índice de masa corporal.
  • Desde 1990, el porcentaje de personas que viven en zonas que no cumplen ni siquiera el objetivo menos estricto de PM2,5 de la TI-1 (35 µg/m3) se ha mantenido estable en torno al 54%.

La creciente carga de enfermedades derivadas de la contaminación del aire es uno de los principales retos a los que se enfrentan los gobiernos nacionales y los funcionarios de salud pública, con implicaciones de gran alcance para las economías nacionales y el bienestar humano.

Una mejor comprensión de las fuentes de contaminación atmosférica y de los principales factores que contribuyen a su carga sanitaria es un próximo paso fundamental para aplicar políticas eficaces de control de la contaminación atmosférica.

A nivel mundial, en 2017, la esperanza de vida era de 73 años, pero la esperanza de vida sana era de sólo 63 años. Esto significa que en promedio se pasaron 10 años de vida con mala salud en 2017.

Los medicamentos que previenen las muertes por enfermedades cardiovasculares, como los que reducen la presión arterial y el colesterol, se encuentran entre las intervenciones más rentables disponibles pero a pesar de esto, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares ha aumentado desde 2007 en todo el mundo.

Aunque África soporta una cuarta parte de la carga mundial de enfermedades, sólo cuenta con el 2% de los médicos del mundo.

África oriental y meridional es la región más afectada por el VIH en el mundo y también alberga el mayor número de personas que viven con el VIH (19,6 millones en 2017).

Muchas enfermedades que afectan tanto a niños como a adultos podrían abordarse con un mínimo de recursos si se emplean adecuadamente. Este es el caso de la diarrea y las infecciones respiratorias, el sarampión, el paludismo y la malnutrición, que representan las mayor es amenazas para la salud de los niños. El paludismo es la principal causa de muerte entre los niños africanos menores de cinco años. Las mujeres africanas tienen aproximadamente 175 veces más probabilidades de morir durante el parto y el embarazo que las mujeres de los países industrializados.

La falta de estadísticas fiables es un obstáculo para mejorar los sistemas de salud en África. Un estudio del Banco Mundial mostró que la mitad de la población de los países africanos no había sido incluida en un censo.

Sin embargo, los países africanos necesitan otro tipo de ayuda. Necesitan que sus recursos humanos sean formados en sus propios países. Necesitan más ayuda para prevenir enfermedades graves. Necesitan más educación para todos los niveles de edad, y necesitan mejores condiciones comerciales para sus productos.

África tiene un enorme potencial humano que, bien dirigido, ayudará a superar las dificultades de los países. Según las tendencias demográficas actuales, África tendrá la mayor población de jóvenes del mundo. Se estima que para 2050, la edad media de África será de 25 años, frente a los 36 del resto del mundo.

Pero a pesar de este progreso, sigue habiendo una diferencia abismal entre la esperanza de vida de los países desarrollados y la de los subdesarrollados.

En el caso de África, en Lesotho la población tiene una esperanza de vida estimada de 52 años y en la república central de África la esperanza se encuentra en los 53 años, comparado con los 83 años de esperanza en Suiza o los 84 de Japón.

La esperanza de vida en África también se está viendo reducida debido a la contaminación del aire. Según SOGA (State of Global Air) la esperanza de vida en África subsahariana se ha visto reducida 2 años debido a la contaminación.

Ha sido llevado a cabo un nuevo ranking mundial de la salud que ha identificado a los países más y menos sanos de 2019. Este ranking es conocido como “The Indigo Wellness Index” y fue realizado por Bloomsbury publising. Es uno de los rankings más exhaustivos hasta la fecha, incluyendo un total de 191 países en todo el mundo.

Este índice, se centra en 10 medidas clave que valoran el estado de los países del 1 al 191. Las medidas son: esperanza de vida saludable, presión arterial, nivel de glucosa en sangre, obesidad, depresión, felicidad, consumo de alcohol, consumo de tabaco, inactividad y gastos del gobierno en cuidados de la salud.

En este ranking, Sudáfrica es considerado el país menos sano del mundo, en comparación con Canadá, el más sano.

Las últimas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, muestran que la población sudafricana tiene un 26% de probabilidades de morir debido a enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes o de enfermedades respiratorias crónicas entre los 30 y 70 años. Estas estadísticas también han indicado que más del 28% de los adultos subsaharianos son obesos.

Dunia Alcalde El Kentari, Marta Dorgambide Cores.

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