La flota rusa, que contaba con autorización del gobierno español para repostar en el puerto de Ceuta, no hará finalmente esta escala. La embajada rusa en Madrid ha retirado la petición del permiso de atraque en Ceuta de tres de sus ocho buques que se dirigían al Mediterráneo oriental.
De esta forma, España, bajo la presión de Estados Unidos y la OTAN, se ha liberado del enredo diplomático que había generado el hecho de autorizar este atraque: aunque titulares de algunos medios como El País establezcan erróneamente que fue el gobierno
español quien denegó la autorización, lo cierto es que fue el embajador ruso quien – ante el interés de España para pedir aclaraciones sobre el papel de la flota rusa – retiró la petición.
Estos ocho buques rusos, encabezados por un portaaviones, habían estado vigilados por la OTAN desde hace varios días, y según el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, existía el temor de que los barcos estuvieran destinados a bombardear
territorio sirio. Además, diversos analistas consideran este despligue de buques ruso como
el mayor desde la guerra fría.
Ceuta, excluída del área de protección de la OTAN, había sido utilizada en numerosas ocasiones por embarcaciones rusas al menos desde el año 2011. Aunque es cierto que hubo un repunte de escalas en el año 2014, coincidente con la invasión de Crimea, el flujo ha sido, en general, bastante regular.
España ha recibido numerosas críticas por autorizar a barcos rusos el atraque en Ceuta. En los últimos años, múltiples analistas norteamericanos y británicos han culpado al país, miembro de la OTAN, de estar ayudando a Rusia. No obstante, las presiones no han sido influyentes hasta estos últimos días. Esto podría deberse a las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Rusia por el conflicto en Siria, por el desastre humanitario en Alepo y por las acusaciones relativas a los ciberataques en la campaña electoral estadounidense.
También se han recibido desde el Parlamento Europeo, cuando Guy Verhofstadt, líder del Grupo de los Demócratas y Liberales del Parlamento, envió el martes un tuit diciendo lo siguiente: “España firmó la declaración de la UE sobre los crímenes de guerra de Rusia en Alepo la semana pasada, hoy ayuda a repostar a la flota en ruta para cometer más atrocidades. ¿En serio?”.
Sin embargo, medios rusos como RT resaltan que la flota rusa ha sido desde hace años un cliente habitual en Ceuta, y como tal, la polémica está fuera de lugar. Así lo considera el militar español Juan Antonio Aguilar, que en una entrevista para este medio, afirmó que esto es un método más de injerencia de la OTAN, en el que España está cometiendo un “acto infame de sumisión” ante la organización y que si el gobierno español tuviera un “mínimo de dignidad”, los buques rusos habrían llegado a Ceuta.
Silvia Prada Herrero
¿Puede cambiar el resultado?
La profesora Alana Moceri, explica la situación política norteamericana.