El pasado miércoles, 28 de septiembre, la Universidad Europea de Madrid acogió un año más las Jornadas de Periodismo al Límite.
Estas jornadas consisten en una serie de conferencias por parte de distintos profesionales de la comunicación que han trabajado en zonas de conflicto. Las experiencias son las protagonistas de estas charlas, donde los ponentes detallan cómo es ser los ojos en primera línea de cualquier conflicto, desde Oriente Medio hasta Centroamérica.
Las jornadas se estructuraron en tres partes. En la primera parte, se contó con la compañía de Olmo Calvo, fotoperiodista cántabro, que habló de sus experiencias en distintos campos de refugiados y del papel del fotoperiodismo como motor de cambio en la sociedad. Del mismo modo, expuso las dificultades de su profesión, puesto que resulta verdaderamente complicado vivir con un sueldo decente trabajando exclusivamente como freelance en este tipo de lugares.
Después, se sentaron en la mesa Cristina Sánchez, periodista de RNE, y Judith Prat, periodista freelance. Cada una en su estilo, mostraron algunos de sus trabajos siempre con el mismo objetivo común:
Reivindicar el papel de la mujer
Por un lado Judith, con su documental, “Boko Haram, una guerra contra ellas”, que hablaba de las niñas secuestradas en la aldea de Chibok por el grupo terrorista, y por otro lado Cristina Sánchez, contando la historia de Mina, una mujer afgana que había perdido a toda su familia en un bombardeo, ensalzaron el punto de vista de las mujeres, que ven los horrores de la guerra bajo el prisma de madres y esposas, otorgándole a las crónicas un cariz más humano, completándolas. Asimismo, se mostraron críticas con la actuación de la ONU y la OTAN en áreas de conflicto como la República Democrática del Congo, Haití o la franja de Gaza.
Finalmente, le llegó el turno a Antonio Pampliega, periodista freelance y antiguo alumno de la UEM. Para esa hora, el auditorio ya se había llenado. Todo el mundo le esperaba. No es para menos. Y es que Pampliega ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a cubrir uno de los conflictos más sangrientos y complejos de la actualidad: La Guerra Civil en Siria. Y más aún sabiendo que, en un ejercicio de su libertad de expresión, fue secuestrado ahí por el grupo terrorista Daesh y permaneció cautivo durante 299 días hasta mediados de este año. A pesar de todo lo vivido, Pampliega no dudo en mostrarse cercano, transparente y, sobre todo, humano.
“Ser los ojos de aquellos que no pueden ver y la voz de aquellos que no pueden hablar”
Así es como definió la esencia de un periodista. Pero no por ello incurrió en idealismos. Su ponencia fue un auténtico mazazo de realidad para todos los estudiantes. Destripó la crudeza de los grandes medios de comunicación.
“32€ es lo que pagan por una crónica desde una zona de conflicto, 16 para ti y 16 para el fotógrafo”
Criticó su actuación con respecto a su secuestro y denunció su actitud frente al periodismo en general, alegando que para los Juegos Olímpicos de este verano el despliegue de los medios españoles había sido masivo, mientras que muy pocos de ellos enviaban personas a cubrir la guerra siria.
Pero al final, la hora y cuarto que compartió con los alumnos fue la guinda perfecta para la lección magistral que constituyó la jornada en sí, dejando una estela de profundas reflexiones no solo en el ámbito periodístico sino también a nivel moral.
Marta Forero Testor (@martfishin4beer)