Tras el cuarto fin de semana de protestas por parte de los chalecos amarillos, Francia ha acaparado la atención mundial, dejando una variedad de opiniones por parte de varios dirigentes mundiales.
El máximo mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, no ha tardado en criticar al presidente de Francia, Emmanuel Macron, debido a su marcha atrás en la subida de los impuestos de los carburantes. Esta crítica ha ido acompañada de una advertencia por las posibles consecuencias del Acuerdo de París para combatir el cambio climático, del cual se desmarcó la Administración norteamericana.
Donald Trump, siempre muy activo en Twitter, ha dicho: “Me alegra que mi amigo Emmanuel Macron y los manifestantes en París hayan llegado a la conclusión a la que llegué yo hace dos años” horas después de que el Gobierno francés anunciase un aplazamiento de seis meses (hasta junio de 2019) de la entrada en vigor de tres medidas fiscales.
Trump ha declarado que: “El Acuerdo de París es completamente defectuoso porque eleva el precio de la energía para los países responsables mientras encubre a algunos de los más contaminantes del mundo”
Pero no solo ha sido Donald Trump el encargado de aprovechar esta situación para “atizar” a Macron, sino también el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien denunció la dureza y “violencia desproporcionada” con la que había actuado la policía francesa contra los manifestantes del movimiento Chalecos Amarillos.
Las manifestaciones fueron ampliamente cubiertas por los medios de comunicación turcos, siendo esto aprovechado por el máximo mandatario turco para realizar la siguiente declaración: “Ah! Mira lo que los agentes de policía están haciendo a aquellos que criticaron a nuestra policía”
Esta visión crítica contra Macron se ha extendido por el resto de Europa, especialmente entre los principales partidos populistas como es el partido de extrema derecha, Alternativa para Alemania (AfD).
La política del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) Doris von Sayn-Wittgenstein ha declarado su apoyo a los “gilets jaunes” en Facebook: “Una cosa hay que reconocer a los franceses: en la moda, muestran el gusto, yo estoy vestido de amarillo ahora, y tú?”.
Las protestas iniciadas en Francia hace dos semanas han llegado en los últimos días a la región belga de Valonia. El Gobierno belga para tratar de mitigar las actuaciones del movimiento, anunció que no ligaría el precio de la gasolina y el diésel a la inflación con el comienzo del nuevo año, si bien esta declaración no ha sido suficiente para lograr la paz. Además, el Gobierno belga se encuentra en un momento de máxima debilidad ya que uno de los principales socios de la coalición, los independentistas flamencos, amenazan con abandonarlo si Charles Michel firma el Pacto migratorio en Marrakech.
Ante los disturbios, el primer ministro belga, Charles Michel, advirtió en su cuenta de Twitter de que no habrá impunidad para los responsables de estos actos violentos. A su vez, el alcalde de Bruselas, Philippe Close, advirtió el viernes por la tarde de que toda persona que siguiera manifestándose sería detenida.
Gabriela Torres Maldonado
Mario González Gutiérrez