D. Saiz, S. Le Lous El 6 de noviembre 2018, tendrá lugar las elecciones legislativas al Senado de los Estados Unidos. Aunque este año no haya elecciones presidenciales, se realizarán tanto elecciones a nivel federal, estatal y local. En esta ocasión, las mujeres han tomado protagonismo al presentarse tantas candidatas a unas elecciones legislativas. La enorme ola feminista nunca había tenido tanto reconocimiento en la historia de Estados Unidos con el fin de enfrentarse al poder político de un país aún dominado por el machismo y presidido por, Donald Trump.
Actualmente, son sólo 23 mujeres entre los 100 senadores y 84 entre los 435 congresistas. Sin embargo, según apunta los datos de septiembre del Center of American Women de Rutgers, este año son 235 mujeres las que optan por hacerse un hueco en la Cámara de representantes. Esto supone un nuevo récord con respecto al año 2016, las cuales fueron 167 mujeres las que se presentaron. No son solo las cifras las que se tienen en cuenta, ya que además de aumentar el movimiento feminista en la política, cabe destacar algunos de los nombres de las candidatas tanto para las elecciones tanto estatales como locales. Y es que por el momento quedan cinco alcaldías pendientes de presidencia, entre ellos San Francisco y Washington DC. Entre todas las representantes podemos encontrar una gran diversidad mujeres de diferentes rasgos y orígenes. Optan por el voto mujeres como Deborah Haaland, que aspira a convertirse en la primera india americana en el congreso como representante de Nuevo México; Rashida Tlaib, la primera palestina-estadounidense que podría entrar al congreso; y Stacy Abrams, que podría ser la primera mujer afroamericana que gobierne en Georgia. Ya no es solo una lucha estadounidense para ofrecer el hueco que las mujeres merecen en la política, sino también el derecho de todas las razas y sexos para optar a la presidencia del país. Anteriormente hubo una oleada feminista política en 1992, que surgió a partir de la salida de Geraldine Ferraro como posible vicepresidenta del país, acontecimiento que jamás se dió en toda la historia política de los Estados Unidos. A raíz de ese acontecimiento, fueron muchas las mujeres las que salieron a la luz presentándose a las elecciones. Un total de 24 mujeres asistieron a dichas elecciones, un número muy elevado para aquella época. En cuanto a la situación actual de las elecciones de este 6 de noviembre, la encuesta realizada por The Washington Post-Schar School muestra lo ajustadas que van las carreras en 69 de los 435 distritos de la Cámara de Representantes, donde los demócratas esperaban ganar con amplia ventaja. En esos reñidos distritos, el 50% de los votantes prefiere a los demócratas, mientras el 47% se decanta por los conservadores. De esos 69 distritos, 63 están en manos de los republicanos. Los demócratas necesitan arrebatarles 23 para recuperar el control de la Cámara. Dos claros ejemplos son los de Iowa, donde el republicano Rod Blum ha subido en los sondeos, y Florida, donde la conservadora María Elvira Salazar va por delante de la demócrata Donna Shalala, que trabajó con Bill Clinton, al que los cubanos de las generaciones anteriores todavía no perdonan el caso de Elián González.
Finalmente, el hecho de que aumente el feminismo en este enorme país es un dato muy favorable para las mujeres ya que de esta forma no se sienten solas en una nación dominada por un hombre machista y que trata a las mujeres como meros objetos. Aun así, la imagen de Trump para los republicanos se ve minorizada y esto podría costarle una cámara de su partido. En el caso de que fueran ambas, el Presidente se vería en una gran debilidad.