En Madrid se acogió el foro internacional “El futuro de las Relaciones Asia-Europa”, de la cual contó con la participación de más de 15 expertos de primer nivel que abordaron cuestiones políticas, económicas y culturales con el objetivo de fortalecer la relación entre ambas regiones. Entre los participantes se encontró el vicepresidente de la Fundación Consejo España-India, Íñigo de Palacio, director global de Relaciones Institucionales de Indra.
La presentación del foro corrió a cargo del director de la representación de la Comisión Europea en España, Francisco Fonseca, junto con la decana de Ciencias Sociales y Comunicación de la Universidad Europea, Marta Muñiz.
La conferencia inaugural la impartió Irene Blázquez, jefa de la Oficina de Política de Seguridad Nacional y Estrategia del Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España.
Se contaron con tres mesas redondas: “El futuro del proceso ASEM”, “Las Relaciones estratégicas en Asia-Pacífico” y “El futuro de las inversiones españolas en Asia”. Entre los ponentes y moderadores de las tres mesas se encontraron embajadores de países como Vietnam o Indonesia; el director global de Relaciones Institucionales de Indra, Íñigo de Palacio; David Navarro, director de Casa Asia y también patrono de la FCEI; el subdirector de Inversiones Exteriores de la Secretaría de Estado de Comercio, Pablo Martínez Segrelles.
Finalmente, se encargaron de la clausura del seminario el subdirector general de Pacífico, Sureste Asiático y Filipinas del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Ricardo Losa, y José María Palomares, director de Relaciones Institucionales de la Universidad Europea y Presidente de Multinacionales por Marca España.
A partir de asistir a dicha conferencia, se puede claramente ver que la Unión Europea (UE) a lo largo de los últimos veinte años, ha desarrollado unos lazos vinculantes con Asia, los acuerdos comerciales de la UE con Asia suelen incluir referencias respecto a la buena gobernanza, y al respeto de los distintos convenios internacionales.
El diálogo llega a adoptar la forma de negociar los acuerdos jurídicamente vinculantes. Así, la UE firmó un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur en 2011, China en el 2013 y Singapur en 2014.
Uno de los rasgos más característicos del intercambio de negociaciones de la UE con Asia es la institucionalización de esas relaciones interregionales. En el contexto de las “asociaciones estratégicas” bilaterales de la UE con países asiáticos como China o India, los socios han creado toda una arquitectura de diálogo que abarca un amplio espectro de temas y que formaliza el contacto regular en todas las esferas de la administración. La asociación estratégica prevé cumbres regulares entre los líderes políticos de ambas partes, celebra reuniones ministeriales, comités de alto nivel y un gran número de grupos de trabajo que discuten cuestiones relacionadas con diversos “pilares”, tales como: temas políticos, asuntos económicos y comerciales, y los denominados “diálogos entre los pueblos”. (Por ejemplo, en el caso de la asociación estratégica entre la UE y China hay activos más de cuarenta foros de diálogo.)
Las relaciones de la UE con sus socios asiáticos están, en general, presididas por el interés mutuo que ambas partes tienen por fomentar y regular los intercambios comerciales, como por ejemplo, facilitar el acceso a los mercados, resolver cualesquiera disputas comerciales, proteger los derechos de propiedad intelectual, etc. Al igual las relaciones exteriores de la UE también están motivadas por cuestiones normativas. Una de las consecuencias más inmediatas del afán por promover una política exterior basada en los valores es la insistencia de la UE en incluir elementos políticos en sus acuerdos y diálogos con terceros países. Para Europa, la estructura institucional por antonomasia a la hora de relacionarse con el conjunto de Asia es la reunión Asia-Europa (ASEM, por sus siglas en inglés); un proceso relativamente informal que consta de reuniones, diálogos e iniciativas, y que concluye en una cumbre anual. Se trata de un enfoque global en el que participan más de cincuenta países de ambos continentes; incluidos los Estados miembros de la UE y de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), una organización intergubernamental de estados del sudeste asiático; y un gran número de otras naciones. De hecho, uno de los problemas de la ASEM es su popularidad, pues recibe constantemente nuevas solicitudes de adhesión y el número total de miembros hace que la relación entre ellos resulte cada vez más complicada además de generar una considerable carga administrativa y problemas logísticos para aquellos Estados más pequeños que han de presidir reuniones y organizar eventos.
Asia abarca inmensas riquezas de todo orden, muchas apenas explotadas, y sigue siendo hoy un universo preferentemente agrario. El trigo, en el oeste y norte, y el arroz en las áreas más pobladas, son los sustentos básicos de su población. Implantación similar al arroz tiene la caña de azúcar. El té es un estimulante casi en exclusiva asiático. El algodón en todo el sur, y el yute en Bangladesh e India son dos plantas textiles destacadas. El tabaco es también relevante.
China es un gran país carbonífero, como también la Rusia asiática, India y otros. Pero es el petróleo el combustible en el que Asia representa mayor porcentaje de la producción y siendo unas de las reservas mundiales, China. El hierro está muy extendido por Rusia, China, India, etc. Son numerosísimos los demás minerales presentes en el continente; sobresale el peso comparativo del estaño, gracias al mayor productor del mundo, Malasia.
Pero también cabe destacar la industria manufacturera, que hizo conocer a diversos países asiáticos como países fábrica durante mucho tiempo. Grandes empresas extranjeras fabricaban sus productos en Asia, para luego ser reenviadas a sus países de origen. Sin embargo esta situación se está revirtiendo y estos países asiáticos comienzan a desarrollar su propios productos fabricados en el lugar, y que por igual empiezan a ser exportados al mundo como productos de alta gama, en especial la tecnología. Un ejemplo podrían ser China o Japón, cuyas marcas tecnológicas actualmente tienen gran presencia en países occidentales, ya sean coches, teléfonos, etc.
La industria ha hecho grandes progresos en las últimas décadas, y esto puede notarse en la presencia de sus productos, lo cual puede llegar a marcar un antes y un después en las relaciones comerciales entre Europa y Asia, una relación más marcada en un intercambio de bienes más igualitario y productivo para ambos.
Y a pesar de las dificultades que se han ido desarrollando en el pasado, las relaciones entre Asia y Europa han ido mejorando continuamente con el pasar de los años. Los foros definitivamente ha ayudado contribuir el fortalecimiento y cooperación entre ambas regiones, y eso se ha vislumbrado en el Foro Internacional “El futuro de las Relaciones Asia-Europa” al cual pudimos asistir.
Abdullah Al Mulla, Nil Duch, Andrea Garrido y Nannie Nino