SANTIAGO RAMOS MENOYO
El pasado 12 de febrero el doctor Rolf Traeger, jefe de la sección de países menos desarrollados en la Conferencia de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas, expuso en la International University in Geneva su visión sobre el futuro del orden liberal internacional.
El doctor Traeger hizo hincapié en los problemas a los que el orden liberal tiene que hacer frente hoy y las amenazas a las que tendrá que enfrentarse en un futuro. Estos problemas son el crecimiento del “sur global”, la incapacidad de los estados para atajar problemas globales como la migración o el cambio climático de manera conjunta, la gran desigualdad entre los distintos continentes o la perseverancia de los nacionalismos y populismos en todo el mundo. Ante esta situación, Traeger esboza cuatro posibles escenarios para el orden liberal internacional y afirma que llegar a un escenario u otro dependerá de cómo los estados respondan a estos problemas.
Un primer escenario sería el llamado “status quo”, que estaría impulsado por Estados Unidos, China y parte de la Unión Europea. En este escenario, el multilateralismo permanece en las relaciones internacionales pero no sería suficiente para atajar problemas como el cambio climático de forma eficaz. También se produciría un intento de reducir los problemas que afectan al orden pero la renuencia de los estados a reformarlo acabaría por incrementar las amenazas. Incluso si se superan dichos obstáculos en un primer momento, tan solo se estarán guardando problemas para el futuro ya que no se les va a poder dar una solución sin las requeridas reformas.
El segundo escenario sería la regionalización de las relaciones internacionales. El mundo se descompondría en tres ecosistemas o cadenas de suministro: América del Norte, Extremo Oriente y la Unión Europea.
Según Traeger, África podría llegar a convertirse en un polo económico propio debido a su creciente población, economía y organizaciones internacionales que tratan de enlazar las diferentes economías del continente, como es la Unión Africana. América Latina no presenta ninguna organización internacional ni intención política para integrar sus economías por lo que en este escenario podría acabar siendo absorbida por uno de estos polos.
Un tercer escenario sería el fortalecimiento del multilateralismo. Esta vía está siendo impulsada por la Alianza por el Multilateralismo, lanzada por los ministros de asuntos exteriores de Francia y Alemania y formada por países convencidos de que el multilateralismo es la única garantía fiable de estabilidad y paz y de que los desafíos a los que se enfrenta el orden liberal deben ser resueltos mediante la cooperación. Esta vía necesitaría implementar grandes reformas para llegar a ser efectiva como son la cooperación en impuestos para evitar el flujo ilícito de capital, la incorporación de nuevas relaciones de poder, ser más contundente en temas de salud y medio ambiente y, sobre todo, iniciar el cambio de la soberanía.
El cuarto y último escenario sería la involución nacionalista. Este escenario sería resultado de la adopción del “trumpismo” y aislacionismo por parte de las grandes potencias. Las consecuencias de esto serían la vuelta de la política identitaria, un aumento de los conflictos internos y externos, caos medioambiental y un gran aumento en el número de migrantes, incluyendo los migrantes por desastres naturales. El realismo se convertiría en la teoría dominante en las relaciones internacionales y viviríamos en un mundo Hobbesiano.
Para el doctor Traeger el status quo es la opción más probable aunque se quedaría muy lejos de lo que sería necesario para solucionar los problemas globales. Traeger reconoce que el multilateralismo sería la opción más favorable para el orden liberal internacional pero también sería la más difícil de alcanzar debido a la contundencia de las reformas y la aparente renuencia de muchos estados y grandes corporaciones a aceptar dichos cambios. Traeger, siendo optimista, cree que en estos momentos se están produciendo los primeros cambios hacia un mundo basado en la cooperación a pesar de la todavía