Ángela Berdún Cubero.
Con la presentación de la charla del decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de laComunicación, Francisco García Pascual y el acompañamiento de Miriam Jiménez Bernal, dabacomienzo el último día de las II Jornadas de Relaciones Internacionales, “Guerra y desinformación:una ecuación cuya incógnita ha de despejarse”. El encargado de esta ponencia ha sido VicenteRaimundo, director de programas internacionales en Save the Children, quien ha realizado unaexposición sobre los refugiados ante la guerra y los menores como primeras víctimas, desde laperspectiva y actividad de Save the Children.
Comenzamos en 1919, año en el Eglantyne Jebb fundó esta ONG. El mundo estaba viviendo lasconsecuencias que había dejado la Primera Guerra Mundial, teniendo un gran valor en esta historialas sanciones económicas a los países perdedores. Como consecuencia de dichas sanciones, lapoblación se encontraba sometida en hambruna, motivo por el que Eglantyne organizó unmovimiento, que terminó llevándole a la cárcel, para asistir a la población de los países perdedores,pero en concreto a los niños, quienes, a su juicio, eran los más perjudicados.
Damos un salto de 103 años, nos encontramos ahora en 2022. El conflicto entre Rusia y Ucrania esnoticia diaria, y con él, sus consecuencias. Con más de cinco millones de refugiados ucranianos,Vicente Raimundo señalaba la importancia de los corredores humanitarios. En la gran mayor partede los casos, los refugiados los utilizan para su salida del país, no obstante, como bien señaló elponente, también hay un porcentaje de población ucraniana que no ha abandonado el territorionacional, sino que ha emigrado a nuevas localidades que no son objetivo ruso y no sufren lasconsecuencias del conflicto de manera tan directa. En cualquier caso, se ha visto una claradiferencia en lo que el ponente llama “primera y segunda ola”. Estamos hablando de losmovimientos de los refugiados. La primera ola se caracterizó por la salida de aquellas personas quese podían permitir la salida del país, mientras que la segunda ola se ha distinguido otro tipo deperfil: personas con menor capacidad económica a las que no les quedaba otra opción que renunciara sus casas y marcharse, ya que la situación era demasiado peligrosa y no tenían la capacidadeconómica suficiente como para garantizar su existencia.
De igual manera, también fue objeto de conversación el llamado “efecto llamada”. Para Raimundo,la crisis en Ucrania ha demostrado que este mito es, en realidad, una realidad. Esto se ha vistocuando las condiciones proporcionadas a personas de terceros países son lo suficientementeatractivas como para que abandonen sus domicilios y se desplacen a aquellos Estados que lesfacilitan la entrada.
Durante la integridad la ponencia, Vicente Raimundo habló desde su experiencia, por lo que a lahora de finalizar y dar turno a las preguntas, no sorprendió la participación tanto de los estudiantescomo de los profesores por sus inquietudes en relación con el conflicto que vivimos en la actualidady las especialidades de la labor de Save the Children en el ejercicio de la protección de los infantes.