El pasado 26 de Octubre de 2015, se marca un hito en la historia política de Argentina. Por primera vez desde que se instauró nuevamente la democracia en 1983, se producirá una segunda vuelta el 22 de Noviembre de este mismo año. Esto supone un vuelco en la historia de la democracia en un país donde el “Kirchnerismo” y el “movimiento Perón” han estado presentes desde el año 2003. Este hecho abre la puerta a un posible cambio político, social e ideológico en una sociedad muy fragmentada en los últimos años.
El oficialista Scioli, apoyado por Cristina Fernández de Kirchner, ha ganado con poco margen en esta primera vuelta, incluso perdiendo la provincia de Buenos Aires. Esto supone un escandaloso golpe para su partido y pone en peligro la continuidad del Kirchnerismo. Con el 97% de los votos escrutados, el candidato del partido de la oposición, Cambiemos, dio una monumental sorpresa tras quedarse a pocos puntos de Daniel Scioli. Así, Macri se convierte en el gran favorito, teniendo muchas posibilidades de ganar las elecciones en esta segunda vuelta. La Alianza Cambiemos es una coalición política fundada en 2015 entre la Coalición Cívica ARI, el PRO y la Unión Cívica Radical. Esta última se caracteriza por el fundamentalismo de sus miembros, quienes son partidarios del laicismo o del nacionalismo. Esta variada pero potente coalición, con su carácter conservador, pretende derrotar definitivamente al izquierdismo en Argentina.
Esto demuestra que el peronismo ya no es tan popular como lo pudo ser en 2011, año en el que Cristina Fernández de Kirchner era reelegida con el 54% de los votos. Además, la pérdida de Buenos Aires supone un duro golpe para este movimiento, ya que es una de las áreas más importantes de Argentina. Aunque el Frente Popular para la Victoria, encabezado por Scioli, ha ganado en más provincias, Mauricio Macri ha conseguido un mayor número de votos en las provincias más pobladas de Argentina, llegando hasta la capital. Esto se traduce en el potente auge electoral de la Alianza liderada por Macri, descartando a otros líderes como Sergio Massa en la carrera presidencial.
Y como si no tuvieran suficiente los oficialistas, en el Congreso Nacional se redujo enormemente su mayoría en la Cámara de Diputados, aunque sí ha logrado evitar su hundimiento en el control del Senado.
El 22 de Noviembre el pueblo argentino tendrá que dictar sentencia ante esta lucha entre el peronismo, dominante en el país desde hace 30 años, y un nuevo movimiento más alejado de la izquierda, predominante en la mayoría de los países latinoamericanos.
Elisa Lozano de la Rosa