Tan sólo un día antes del atentado en la capital francesa, tuvieron lugar el jueves 12 de noviembre, dos explosiones ocasionados por dos individuos con cinturones explosivos, en Beirut.
Un acontecimiento de esta magnitud no se había suscitado, desde los trágicos sucesos de la Guerra Civil de Líbano en 1990, hace 25 años.
Los atentados consistieron en dos bombardeos suicidas, que dejaron un saldo de 43 víctimas mortales, y unas 230 personas heridas en la localidad libanesa de Burj al-Barajnehm, cerca de un lugar religioso chií, donde estaban reunidos muchos de sus fieles, según fuentes de la Cruz Roja libanesa.
La primera explosión fue detonada por un terrorista suicida con un cinturón de explosivos, y el segundo suicida se inmoló unos minutos después, a pocos metros del lugar donde se dio la primera explosión, provocando más afectados que en el primero. Las explosiones son autoría del DAESH, quienes así lo comunicaron horas después en las redes sociales, donde escribieron que: “Continuaremos nuestra lucha contra Hezbolá”.
Este mortífero suceso se debe a un enfrentamiento entre Hezbollah y el Daesh, dirigiéndose estos atentados contra Hezbollah, un derivado chií del islam, considerado por Estados Unidos y otros países como un grupo terrorista.
Tras estos acontecimientos, y ante una posible tercera explosión que finalmente no se llevó a cabo, la agencia Reuters alegó que según el grupo chiíta libanés advirtió que iba a realizar una larga guerra contra sus enemigos.
Las fuerzas de seguridad libanesas, tuvieron que hacer uso de sus armas, lanzando tiros al aire para conseguir que la población que se hallaba en el lugar se dispersase, puesto que se creía que un tercer bombardeo iba a tener lugar, pero que finalmente no se produjo.
El primer Ministro libanés Tammam Salam, declaró el ataque como injustificable, argumento al que también se sumaron Estados Unidos e Irán, condenando los ataques terroristas.
Pero al parecer, esta unión de opinión no es suficiente en el escenario mundial, debido que a pesar de la magnitud de los hechos acaecidos en Líbano, los medios de comunicación han proyectado con más intensidad los atentados en París, considerándolo más impactante para la sociedad por su cercanía a nuestro país.
No obstante, la red social Facebook activó exclusivamente su herramienta Safety Check tras los sucesos del pasado viernes 13 de noviembre en París, como muestra de apoyo. Estos hechos, han generado una gran polémica dentro y fuera de las redes sociales, ya que poniendo de ejemplo la situación analizada de los bombardeos en Líbano, la población se preguntaba por qué no habían previsto de este mecanismo de Facebook para mostrar también su apoyo al país de Oriente Medio y a sus víctimas.
Al respecto, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg afirmó en su cuenta que “Hasta ayer la política era sólo activar Safety Check para desastres naturales. La acabamos de cambiar y planeamos usarlo para otros desastres”. Muchas personas se preguntaron el por qué de no existir más banderas, ya que estos acontecimientos no sólo se han producido en Francia, sino que también se han originado en Siria, Afganistán, Lybia, Líbano, entre otros. Por tanto, Zuckerberg tomó la decisión de modificar la política de Safety Check, para que así pudiera servir como herramienta para mostrar apoyo, y para aquellas personas que hayan sido víctimas en un suceso como el mencionado, puedan informar de que se encuentran bien.
María Fernández Gómez, Rodrigo Rosales Vigueras