Boko Haram , el grupo terrorista arraigado en Nigeria, fundado en 2002 y creado para la lucha contra el gobierno nigeriano, ya que para ellos es ilegitimo porque no es islámico. Lleva causando muertes en los últimos años. Actualmente está empezando a extenderse más allá de sus fronteras, atacando otras regiones vecinas como Camerún. Este domingo, se llevó a cabo un ataque suicida realizado por este grupo terrorista y murieron nueve personas inocentes.
A causa de estos últimos sucesos, Estados Unidos está tomando cartas en el asunto. El Departamento de Defensa pretende enviar 300 militares a Camerún, el primer contingente ya está allí y el resto se unirá con ellos pronto. El portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest declaró la posición de EEUU ante este conflicto:“Queremos dejar claro que los soldados estadounidenses desplegados en Camerún estarán armados, pero solo a efectos de autoprotección, para garantizar su propia seguridad. No tendrán un papel activo de combate”
Esta operación desarrolla labores de inteligencia y vigilancia aérea de grupos extremistas. Estados Unidos está actuando de la misma forma que en el conflicto de Chad en el 2014, donde desde hace meses colabora con la alianza regional para combatir a Boko Haram.
El interés de Estados Unidos en el Golfo de Guinea no es, ni mucho menos, casual. Camerún cuenta con una reserva comprobada de aproximadamente 200 millones de barriles de petróleo (2011), concentrando el 1% de la producción de África. Las instalaciones petroleras chinas en el norte de Camerún han sufrido diversos ataques de Boko Haram los últimos meses. Actualmente, China junto con el Banco Mundial está financiando todo un programa de expansión de conexiones de fibra óptica internacional y una red troncal nacional de fibra, que incluye la creación de un cable submarino que unirá Brasil con Camerún. La capacidad china de adoptar un acuerdo tan ambicioso en un importante sector como las telecomunicaciones sumado a la riqueza de recursos del país ha hecho saltar las alarmas en el gobierno Estadounidense. Además, no debemos olvidar el reciente acuerdo llevado a cabo entre los presidentes de Rusia y Guinea Ecuatorial, que permiten a la Armada rusa disponer de los puertos de Guinea Ecuatorial para sus escalas y operaciones de mantenimiento.
El yihadismo, la piratería y los intereses encontrados de las grandes potencias hacen que la región del Golfo de Guinea pueda convertirse en la nueva zona caliente en un futuro próximo. Con el desarrollo de los próximos acontecimientos, comprobaremos si las intenciones del gobierno estadounidense son realmente las que predica o por el contrario añadirá tensiones a las relaciones bilaterales.
Itziar Pérez de Landazábal, María Gaytán de Ayala, Clàudia Espot de Visa