Álvaro Pérez González
Tras la visita del Doctor Enrique Fojón, Coronel del Cuerpo de Infantería de Marina, hemos podido observar su perspectiva del cambio en las Relaciones Internacionales a lo largo de la historia, hasta la actualidad; además de una aproximación a aspectos estratégicos y geopolíticos en diversos puntos del globo.
Comienza la ponencia el Coronel Fojón hablando del cambio esencial que se está produciendo en las relaciones humanas, empujado este cambio por el desarrollo tecnológico de los últimos años. En el siglo XIX con el desarrollo del ferrocarril se propició una conectividad física en el mundo, con esto el centro de gravedad del poder se situó en el norte de Europa, junto al Atlántico. De la misma forma que ocurrió en el pasado, los avances tecnológicos de los últimos años han provocado un movimiento, mucho más acelerado (especialmente en los veinte años de este siglo) de este centro de gravedad del poder, en esta ocasión tomando este movimiento una tendencia de desplazamiento hacia el sudeste, adentrándose en Eurasia. Es por ello que este centro de gravedad del poder, que es determinado por aspectos demográficos y vectores económicos, esta retornando a donde se encontraba hace dos mil años, al Pacífico.
El siguiente punto que remarca el militar es el de la forma de entender las Relaciones Internacionales, y es que estas se estructuran con base en metáforas, siendo esto una herramienta encargada de estructurar la psiquis. Se refiere con esto a la Guerra Fría (que asevera, bien podría haberse llamado la “Paz caliente”) o, el Telón de Acero que era una clara metáfora para determinar una situación, pues no existía físicamente, en la realidad ningún telón de acero.
La introducción que hace el Coronel Fojón sobre este lenguaje basado en metáforas que desarrollan las Relaciones Internacionales, le sirve para hablar de lo que en los últimos años se ha llamado “un cambio del Orden Mundial”. Para tratar este tema, se remite al que considera uno de los teóricos mas relevantes de esta ciencia, Henry Kissinger, concretamente a su obra titulada “World Order”, concretando pues, que no ha existido nunca un orden mundial, se trata de un desiderátum, su condición básica es que haya un equilibrio de poder, que cuando pasamos al escenario de la realidad nos encontramos con “un acuerdo, no un orden”. El equilibrio existió, durante el periodo de la Guerra Fría, pero tras la caída de la URSS se convirtió en una hegemonía.
Sigue hablando el ponente sobre las diferentes teorías que dominan las relaciones internacionales, alineándose este, claramente con la Teoría Realista de las Relaciones Internacionales, asegurando que esta es la única que ofrece un paradigma adaptado a la realidad, pues narra una sociedad internacional definida por una situación anárquica (siendo este término diferente del de caótico), esta teoría concluye que la problemática de las relaciones internacionales se funda en el anarquismo de las relaciones humanas. Concluye el ponente con este tema, asegurando que a partir de la base de la Teoría Realista, se han ido desarrollando lo que considera “herramientas”, como pueden ser el liberalismo o el socialismo, pues estos se tratan de procedimientos para gestionar el anarquismo.
De igual manera habla de la democracia, que considera, es, una cultura que se da en el contexto de unas condiciones históricas, lo mismo que la descolonización de África (cabe destacar que considera que esta ha sido una tragedia). En definitiva, son soluciones guiadas por una ideología.
Llegando al final de la ponencia, pasa a hablar de España y de la situación del Mediterráneo, ampliándolo y definiéndolo como una frontera que va desde el Atlántico hasta la cordillera del Hindú Kush, se trata pues, de una zona convulsa, que resume como un escenario muy complejo en el que existen tensiones continuamente cambiantes.
Concreta el ponente, algunas tensiones existentes en este escenario, como la de un foco permanente de conflicto que es Israel (a quién define como un gran estratega); los yacimientos de gas encontrados en Chipre y que para su transporte encuentran diferentes posibilidades en función de los Estados que el gasoducto deba atravesar, lo que genera tensión entre los Estados europeos, Turquía o Rusia, siendo el problema de fondo que el este europeo recibe actualmente los recursos petrolíferos de Rusia; Turquía, que taponada por Rusia y la península arábiga, trata de recrear el Imperio Otomano y tiene presencia actualmente, persiguiendo este fin, en Libia; el conflicto en el Sahel, que se encuentra dominado por un islamismo violento, y en el que los franceses están interviniendo; también menciona la tensión en los Balcanes.
Es por esto que España hace frontera con la zona mas inestable del planeta. Entre los problemas que España deberá afrontar, se encuentra el problema social que causa en España la demografía africana, característicamente joven y que se desplaza hacia el norte.
Concluye refiriéndose a América Latina, hablando de su escasa relevancia en el plano internacional y que esta debe de dejar atrás este excentricismo e interactuar con el contexto internacional.
Como nota final, asegura que no existe sustituto para el Estado Nación.