¿Cree que la “Marca España” ha ayudado a extender la lengua española en los países extranjeros?
Luis Guerra: Yo creo que a esta pregunta le daría un poco la vuelta. Creo que lo que ha ayudado a la “Marca España” es la extensión del español en el mundo, el español está asentado en determinadas partes del mundo y esto es muy beneficioso para el país.
El concepto de “Marca España”, tal como se ha difundido en estos últimos años, es una forma de vender y de mejorar la imagen exterior a raíz de la crisis y de relanzar la imagen del país, que ha quedado un poco dañada. Así que, en conclusión, quien abre las puertas de la “Marca España” es la lengua española en sí.
¿Cree que son efectivos los programas de acción educativa exterior? O ¿Qué objetivo tiene potenciar la presencia del español en la educación reglada en los países extranjeros?
LG: El instituto Cervantes nace en el año 1992, aparece con retraso respecto a instituciones similares de otros países como, por ejemplo, el British Council o la Alianza Francesa. Desde el principio de la institución hasta ahora ha habido diferentes políticas. Al depender del Ministerio de Exteriores y no del de Cultura o Educación, cumple una labor sobre todo diplomática. Ha desarrollado programas muy eficaces como, por ejemplo, los exámenes DELE, que son los diplomas que acreditan el conocimiento de la lengua española por parte de los hablantes extranjeros. Estos exámenes se realizan cada año en varias convocatorias, con un número cada vez más alto de candidatos. Lingüísticamente son pruebas de mucha calidad, comparables a los de Cambridge para la lengua inglesa. En cuanto a la expansión de sedes del Instituto Cervantes en el mundo, la intención primera ha sido la difusión de la lengua española, pero siempre con un interés político asociado.
En mi opinión, debería despolitizarse totalmente, y ser un instrumento exclusivamente dedicado a la enseñanza del español. La politización se refleja, por ejemplo, en el hecho de que cada vez que hay un cambio en el gobierno, también se cambia al director del Instituto; pero también hay que añadir que su vocación principal es la difusión del español en el mundo.
En conclusión, creo que es un buen instrumento para eso que se conoce como “poder blando”, para mejorar la imagen y expandir la cultura de un país; es lo que hizo Alemania con el Instituto Goethe en su momento, nacido tras de la segunda guerra mundial para mejorar la imagen del país y poder así destacar su cultura.
Eduardo Lago fue nombrado director del instituto Cervantes de Nueva York en 2006. “La potencia del español está en sus primeros pasos, en cuanto a lo que va a ocurrir en el futuro. El español hará realidad el sueño impasible de Simón Bolívar de unir a toda América”
LG: El español hablado en los Estados Unidos, tiene sombras y luces, es decir: cada vez hay más hispanohablantes en ese país, sí, pero son de la primera generación. A causa de la inmigración hay muchos hispanohablantes que se instalan en el país y estos se comunican con sus familias en español ya que es su lengua materna. La segunda generación suele ser una generación bilingüe, se aprende y emplea el español con la familia pero en la escuela se aprende inglés. Y, finalmente, la tercera generación suele ser monolingüe en inglés, porque el español se habla pero su influencia e importancia social no es equiparable a la del inglés en los EE.UU.
El reciente estudio del Instituto Cervantes (El español: una lengua viva), señala que Estados Unidos es el segundo país del mundo por número de hispanohablantes: por un lado, hay 41 millones de personas que lo tienen como lengua nativa. A ellos hay que sumar los casi 12 millones de hablantes bilingües inglés/español (los inmigrantes de segunda generación a los que me refería en el párrafo anterior). La previsión para 2050 es que en Estados Unidos vivan 138 millones de hispanohablantes, un tercio de la población total del país.
Aquí se estudian las obras literarias inglesas como 1984 o Animal Farm. Mi pregunta es: ¿Se estudian en el extranjero las grandes obras de la literatura española, tales como La Celestina y El Quijote?
LG: Obras como las que mencionas (me refiero a las escritas en español) pertenecen al canon de la literatura universal, es decir, son auténticos clásicos patrimonio de la cultura, independientemente de la lengua en la que originariamente fueran escritas. Por lo que yo conozco, en los departamentos de lenguas románicas de Estados Unidos se estudia mucho la literatura española, aunque, en el conjunto global de los estudios universitarios, estos estudios son minoritarios. Es verdad que antes se estudiaba más literatura francesa e italiana pero poca española y ahora es al contrario. En la difusión de la literatura en inglés influye mucho la colonización cultural anglosajona.
¿Qué características cree que hace atractiva la lengua española?
LG: En el informe del Instituto Cervantes que mencionaba antes, y según el Índice de Desarrollo Humano, el español está considerado como la segunda lengua más importante en el mundo, detrás del inglés y por delante del mandarín. Es también el tercer idioma más utilizado en internet (aunque menos del 8% del tráfico web está en español).
Desde el punto de vista lingüístico, comparando el español con otras lenguas, es relativamente fácil fonéticamente. Son sonidos muy bien diferenciados (como ocurre con el japonés, por ejemplo). La desventaja está en la morfología, más compleja que la del inglés. Un verbo en español tiene 169 formas, por ejemplo el verbo tener: tuve, he tenido, tendría… y así 169 veces. Y esto para un extranjero es mucho más complicado.
Las lenguas de la familia románica son relativamente parecidas entre sí, y eso influye en la facilidad que tienen los hablantes de estas lenguas para aprender español. Y, por último, la lengua española es también muy atractiva por ser vehículo de una de las grandes culturas de la humanidad.
Claudia Espot, Elisa Lozano De la Rosa, Tatiana Lozano, Miguel Viçoso