Saad Hariri es un político libanés musulmán sunita que actualmente ostenta el cargo de primer ministro libanés, cargo que ocupa por segunda vez ya que también lo ocupó desde el 9 de noviembre de 2009 hasta el 12 de enero de 2011, momento desde el cual ha alternado su estancia entre Arabia Saudí y Francia. Nacido el 18 de abril de 1970 en Arabia Saudí, Hariri se graduó en Administración y Dirección de empresas por el Colegio de negocios McDonough de la Universidad de Georgetown en 1992 tras lo cual volvió a Arabia Saudí para encargarse de algunos de los negocios de su padre. Casado con Lara Bashir desde 1998 y con tres hijos en común, Saad Hariri siguió con las ocupaciones en los negocios de su padre hasta 2005, cuando este fue asesinado.
Hariri optó a la jefatura de Gobierno este pasado mes de noviembre después de haber dado su apoyo a Michel Aoun para convertirse en presidente, lo que desbloqueó la parálisis política en el Líbano, que había estado sin jefe del Estado desde el 25 de mayo de 2014 por desavenencias entre los grupos políticos. Además de su cargo de primer ministro es también el líder de “la Corriente del Futuro” integrante de las antisirias fuerzas del “Bloque del 14 de Marzo”.
El Primer ministro libanés Saad Hariri era nombrado por segunda vez el pasado día 3 de noviembre, tras su forzada dimisión en 2011 por la retirada de los ministros de Hezbollah de un gobierno de coalición que había tardado meses en formarse. Hariri obtuvo en esta segunda candidatura el apoyo de 110 diputados de los 127 que cuenta el Parlamento, según un comunicado de la Presidencia retransmitido por las televisiones libanesas. A día de hoy, Hariri cuenta con el apoyo de los principales bloques parlamentarios, entre ellos la Corriente Futuro, Fuerzas Libanesas (Samir Geagea), Unión Democrática (Walid Yumblat) y Desarrollo y Resistencia (del presidente del Parlamento Nabih Berri) además de diputados independientes. Sólo se abstuvieron en su designación el grupo parlamentario del grupo chií Hezbollah y miembros del Partido Sirio Nacional Social.
En sus primeras declaraciones públicas tras su segundo nombramiento, Hariri prometió “una nueva era para el Líbano” y expresó su intención de formar un gobierno de unidad nacional en el que tengan cabida todos los grupos políticos y que permita superar las profundas divisiones que marcan la realidad diaria del país. Igualmente enfatizó la necesidad de hacer frente a la amenaza terrorista y aislar al Líbano de la guerra en la vecina Siria.
Durante su carrera política, Hariri ha mantenido una constante oposición a la organización de Hassan Nasralá y al gobierno sirio al que acusa del asesinato de su padre en 2005, por lo que el acercamiento táctico de Hariri, aliado de Arabia Saudí, hacia Aoun y sus socios de Hezbollah, próximos a Irán y al presidente sirio, crearon una inevitable controversia entre sus seguidores y algunos miembros de su partido político criticaron el movimiento de su líder, por lo que no pueden descartarse las más que probables tensiones con Hezbollah durante este gobierno.
Esther Manzano Torres
