Algunos medios la describen como una mujer fuerte e invulnerable, otros como una política persistente, firme y constante. Sea como sea, pasará a la historia como la primera ministra del Brexit, del “divorcio” entre Reino Unido y Europa. Aquella que no cedió en 2016 a la decisión de miles de británicos que no querían abandonar la Unión Europea.
Theresa Mary May, líder del Partido Conservador, es la actual primera Ministra del Reino Unido y la segunda mujer en la historia en ocupar el cargo tras Margaret Thatcher, quien lo ocupó entre 1979 y 1990. Nació en 1965 al sur de Inglaterra, en Eastbourne. Estudió Geografía en Oxford, pero no ha dedicado apenas tiempo a esa disciplina, ya que desde muy joven ha dedicado su vida a la política. Como asegura una de sus amigas de la universidad en una entrevista para la BBC, quería ser la primera mujer ministra de Reino Unido, por ello, se lamentó cuando Margaret Thatcher ocupó el cargo por primera vez en la historia.
Hasta 1997 no tuvo la oportunidad de formar parte de la Cámara de los Comunes por el Partido Conservador. Hasta entonces trabajó en el sector financiero mientras era concejal en Londres. Cinco años después fue nombrada presidenta de su partido y se convirtió, ahora sí, en la primera mujer en asumir ese cargo.
En sus primeros años como parlamentaria, ocupó distintos cargos en la oposición. Desempeñó un papel clave en el Partido Conservador por mejorar la imagen del partido que había ganado mala fama porque muchos consideraban a la agrupación de extremada tendencia conservadora y sin apenas interés por las clases populares.
A pesar de que se la conoce como una líder fría y muy distante, en 2005 fundó, junto a la Baronesa Jenkin of Kennington, el proyecto Women2win que anima a las mujeres a participar en política. Dio numerosas charlas motivadoras a mujeres y se vio el lado más humano de May.
Alcanzó uno de los puntos más álgidos de su carrera cuando David Cameron, por aquel entonces primer ministro, la nombró ministra del Interior y ministra de Mujer e Igualdad. Mantuvo unas políticas antiinmigración muy fuertes y propuso vigilar de manera exhaustiva el terrorismo.
Muchos la conocen por apoyar el Brexit, la propuesta de David Cameron que proponía la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Para ello, en 2016, Cameron celebró un referéndum en el que los ciudadanos británicos debían decidir si querían o no que Reino Unido permaneciese en la Unión Europea. A pesar de las esperanzas que habían puestas en esta propuesta, ganó el “No” con una leve mayoría que obligó a Cameron a renunciar a su puesto. Fue entonces cuando Theresa May se presentó para sucederle y ganó.
May continuó el empeño de Cameron en sacar a Reino Unido de la UE y comenzó la negociación con Bruselas para determinar las cláusulas del contrato que promoviesen la salida del país británico, que hasta el momento no se había logrado aprobar en el Parlamento británico por intereses comerciales.
Theresa May ha defendido siempre la necesidad de llegar a un acuerdo que le ha costado enemigos dentro de su propio partido, entre aquellos que quieren una salida inmediata del UE y otros que reclaman una segunda votación. May ha sido duramente criticada por apoyar y llevar adelante este proceso que sin duda implicaría muchas pérdidas para el país manteniendo una incertidumbre incesante en toda la Unión Europea.
Rebecca Sánchez, Yaiza Sivera y Adrián Rosado